¿Cómo las plantas bajan la temperatura de una ciudad?

Por Guillermo Grimoldi

Las ciudades pueden ser entre 4 y 5 grados más frescas cuando incorporan árboles y vegetación. En esta nota explico, desde la experiencia cotidiana y la evidencia concreta, por qué el verde es clave para construir entornos urbanos más confortables y sustentables, y cómo cada persona puede aportar a ese cambio.

Las ciudades arboladas son más frescas. Y mucho.

¿Sabías que una ciudad con árboles puede ser 4 o 5 grados más fresca que una sin vegetación? Lo comprobás apenas das unos pasos: pasás de una avenida llena de cemento a una plaza con árboles y la temperatura cambia de inmediato. El aire se siente distinto y el cuerpo también.

Ese contraste no es casual. Hoy quiero contarte por qué sucede, cómo funciona este mecanismo natural de enfriamiento y qué podemos hacer para sumar verde incluso desde casa.

El calor urbano: cuando el cemento acumula lo que la naturaleza disipa

Las ciudades tienen un problema que ya conocemos bien: el calor queda atrapado. El cemento, los edificios y las calles absorben la radiación solar durante el día y la liberan lentamente durante la noche. Es lo que se conoce como “isla de calor”.

Por eso, en verano, las noches en la ciudad suelen ser sofocantes. El suelo está caliente, las paredes están calientes, y esa energía almacenada mantiene la temperatura elevada incluso después de la puesta del sol.

En cambio, en los bosques o zonas con vegetación, la dinámica es diferente. Las plantas interrumpen el proceso de calentamiento: absorben la energía del sol, la metabolizan y evitan que llegue al suelo. Además, extraen agua desde las raíces y la liberan en forma de vapor, enfriando el aire y aumentando la humedad. Ese solo proceso ya transforma por completo la sensación térmica.

Las tres maneras en que las plantas enfrían una ciudad

1. Sombra que reduce hasta 10 grados la temperatura del suelo

Debajo de un árbol, el cemento puede estar hasta 10 grados más fresco que bajo el sol directo. Esa diferencia no solo mejora la caminabilidad: también evita que el pavimento se dilate, se contraiga y se rompa, generando incluso ahorros para los municipios.

2. Evapotranspiración: el enfriamiento natural del ambiente

El agua que asciende por el tronco llega a las hojas, donde la planta la evapora. Ese proceso utiliza energía en forma de calor y luego libera humedad que vuelve el aire más amigable. Es un mecanismo natural que regula la temperatura sin consumo energético.

3. Jardines verticales y techos verdes

Un edificio con un jardín vertical puede reducir su temperatura interior en unos 4 grados. En un día de 30 grados, una pared expuesta al sol del oeste puede calentarse mucho más. Si está cubierta de vegetación, la planta absorbe ese calor y la temperatura interior baja a 26 grados.

Terrazas verdes, muros con hiedra y balcones con macetas son herramientas accesibles para disminuir la temperatura urbana y reducir el uso de aire acondicionado.

Ejemplos claros: lo que ocurre en nuestras ciudades

No hace falta mirar estudios internacionales: basta visitar un parque.

En Buenos Aires, los Bosques de Palermo muestran una diferencia térmica evidente frente a avenidas cercanas. En Córdoba, el Parque Sarmiento reduce entre 4 y 5 grados la temperatura respecto a zonas dominadas por el cemento. Lo mismo sucede en la plaza de cualquier pueblo: el alivio térmico es inmediato.

Estas diferencias no solo se sienten: impactan directamente en la calidad de vida, la salud y el bienestar.

Lo que cada uno puede hacer

No siempre podemos instalar un techo verde o un jardín vertical. Pero sí podemos sumar vegetación en el día a día: un rosal, una hortensia, una trepadora en el balcón, camas de plantas en patios o macetas en las ventanas.

Cada planta aporta a generar un microclima más fresco, mejora la humedad y contribuye a la construcción de ciudades más habitables.

Cuando construyamos o planifiquemos una casa nueva, vale la pena considerar incluir un techo verde o un jardín vertical. Y cuando podamos plantar un árbol, mejor todavía.

Para cerrar

Las plantas no son solo un elemento estético: son un sistema natural que enfría, equilibra y mejora la vida urbana. En un contexto donde las temperaturas extremas son cada vez más frecuentes, sumar verde es una acción concreta para hacer nuestras ciudades más sustentables y confortables.

Somos parte de este sistema y cada aporte, por pequeño que parezca, ayuda a enfriar la ciudad.

/Inicio Código Embebido//Fin Código Embebido/

Temas