El poder de un libro

Cynthia Zak

John Bolton es un abogado, comentador político, consultor republicano, fue embajador frente a Naciones Unidas durante la presidencia de George Bush, experto en temas internacionales y jefe de seguridad nacional entre el 2018 y 2019 para el gobierno de Donald Trump.

Se lo conoce como un halcón en política internacional y la prensa lo describe como un nacionalista, conservador, agudo observador de la realidad y un hombre con un poder extraordinario dentro de los cabildeos de Washington.

Bolton escribió un libro con sus memorias y el impacto de sus palabras se han convertido en una ola expansiva que salpica al más alto establishment de Estados Unidos.

A pesar que el lanzamiento oficial está previsto para el 23 de junio, su libro ya se ha filtrado en todos los niveles y sus palabras son una bomba de tiempo que ponen a Trump entre la espada y la pared. A tal punto que la Casa Blanca comenzó una moción para que la corte de New York prohíba el lanzamiento, pero no se puede tapar el sol con un dedo y los capítulos del libro ya están circulando en todos lados

Bolton detalla una serie de acusaciones contra Trump que de ser confirmadas pueden poner al presidente nuevamente en la situación de juicio político y que definitivamente no le son favorables en este año electoral.

Asegura, por ejemplo, que Trump pidió ayuda al presidente chino, Xi Jinping, para ser reelecto durante el encuentro del G-20 en Osaka en junio de 2019 y que felicitó a su colega chino por los campos de concentración que ellos tienen en su país (llamados campos de reeducación para las minorías musulmanas Uyghur) asegurando que “es la cosa más correcta para hacer”.

El escándalo del libro de Bolton no se queda ahí: pinta a un Trump egoísta, presuntuoso, manipulador y preocupado solamente por mantenerse en el poder, en donde sus propios colaboradores lo apuñalan por la espalda y lo traicionan.

Cuenta anécdotas, como por ejemplo durante el encuentro con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, en donde el líder cuestiona por qué el yerno de Trump, Jared Kushner, encabeza las conversaciones de paz en el Medio Oriente cuando no es experto en política internacional ni tiene ningún puesto definido dentro del gabinete del presidente.

Guerra de comida

Bolton describe que las reuniones de gabinete en la Casa Blanca eran como un almuerzo entre adolescentes que se tiran comida: las decisiones se hacían y se tomaban sin investigaciones previas y Trump tenía cero interés en comprender cómo funcionaba el gobierno federal y sus agencias. 

En estas reuniones, Trump dijo reiteradas veces que no estaba de acuerdo con las sanciones contra Rusia, preguntó si Finlandia era parte de Rusia y aseguró que Venezuela era parte de Estados Unidos y que tenían todo el derecho de invadir.

Para completar, algunas partes del libro confirman que Trump pidió varias veces perseguir a periodistas y a la prensa y que el carácter mercurial del presidente hacía imposible avanzar racionalmente en temas nacionales e internacionales.

Este libro no está escrito por un demócrata del partido opuesto a Trump, ni por un escritor novato que busca fama o ruido mediático. Está escrito por un hombre ultra republicano, de los conservadores más acérrimos de los Estados Unidos, que ha estado y está de lleno en las grandes ligas de las decisiones fundamentales del país.

Un libro escrito desde adentro que saca a la luz secretos y miserias de Trump y sus allegados, que no contribuye en lo más mínimo a levantar la imagen del presidente que sueña con ser reelegido por cuatro años más en las elecciones de noviembre.