Niebla en el cielo y en la política

Por Sergio Suppo

Había una gran expectativa, pero la ausencia del presidente Javier Milei en el acto central del 9 de Julio en Tucumán cambió todo.

Se esperaba escuchar al Presidente justo un año después de la firma del Pacto de Mayo, donde también había pronunciado un discurso ante 18 de los 23 gobernadores. En aquella oportunidad, hubo solo algunos ausentes, como el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof; el de La Pampa, Sergio Ziliotto; el de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, y el de La Rioja, Ricardo Quintela.

Hoy al mediodía, en Tucumán, empezó a desvanecerse incluso la posibilidad de que llegaran solo siete gobernadores. 

A la mañana, se especulaba con que asistirían los gobernadores de Entre Ríos, Corrientes y los vecinos de Tucumán: Santiago del Estero, Salta, Jujuy y Catamarca. 

Pero al mediodía, en la Casa de Gobierno de Tucumán, frente a la plaza principal de San Miguel, ese número de siete comenzó a desdibujarse.

Fuentes muy próximas al gobernador Osvaldo Jaldo indicaron a Cadena 3 que era probable que asistieran Gustavo Sáenz, gobernador de Salta, y Raúl Jalil, gobernador de Catamarca. 

No se sabía si vendría el santiagueño Gerardo Zamora. Para entonces, ya se sabía, por ejemplo, que el cordobés Martín Llaryora enviaría a su vicegobernadora. 

Estaba entre otros muchos gobernadores que ya habían predeterminado su ausencia.

Frente a esta situación, y con un contexto de adversa situación climática en Buenos Aires, ambas cuestiones se conjugaron para determinar la ausencia del propio Presidente. 

Si se revisaba esta noche la lista de vuelos cancelados en Aeroparque, se encontraban varios, pero, normalmente, desde Aeroparque se podía despegar. 

Era más complejo el aterrizaje. De manera que, si el Presidente hubiera tenido la voluntad de asistir, podría haber despegado de Aeroparque, quedarse a dormir en Tucumán una noche y regresar mañana, cuando las condiciones seguramente mejorarían, porque no se mantendrán por tanto tiempo las condiciones adversas en la Ciudad de Buenos Aires.

Lo concreto es que la expectativa estaba en un discurso de Milei aquí, al final de una semana y media de fuertes tensiones con los gobernadores, originadas hace más de 15 días, cuando, en el Consejo Federal de Inversiones, se reunieron por primera vez después de mucho tiempo los 23 mandatarios para reclamar más fondos. 

Esa expectativa se diluyó en forma inmediata. Quedó solo por verse algún detalle más, como, por ejemplo, una presencia no originalmente invitada por el protocolo de la Presidencia: la vicepresidenta Victoria Villarruel.

Este martes al mediodía, se esperaba que Villarruel estuviera en Tucumán para el 9 de Julio, cuando se realiza un desfile cívico-militar que dura varias horas y un tedeum, como parte de los actos habitualmente oficiales. 

A estos actos no iba a asistir Milei. Con lo cual, es probable que la ausencia de Milei se vea completada con la presencia de alguien con quien está furiosamente enemistado: su vicepresidenta.

Las invitaciones para el acto de esta noche no fueron cursadas por el gobierno de Tucumán, sino por la Presidencia de la Nación. 

Todo esto es el saldo de una circunstancia política y meteorológica; cada uno pondrá el acento donde prefiera, pero lo concreto es que ambas existen. 

Hay mal tiempo en Buenos Aires, hay vuelos cancelados y también hay una notoria ausencia, aunque con muy buen tiempo en Tucumán, de la gran mayoría de los gobernadores —por no decir todos— que, en este momento, mantienen un enfrentamiento con el Presidente por mayores fondos, con un lío importante en el Congreso, donde se están tratando leyes adversas a los intereses del Gobierno Nacional, y una campaña electoral en marcha.

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