La pirotecnia le ocasionó una crisis, se autolesionó y terminó en una guardia

Sol tiene 28 años, síndrome de down y autismo. A los 24 años tuvo que ser operada de urgencias por desprendimiento de retina que le ocasionó ceguera. La ceguera agudizó su oído por esta causa las fiestas son abrumadoras para ella.

La navidad pasada quedó marcada a fuego en su familia, estaba en un futón con su almohada para prevenir cualquier impulso pero el susto por el ruido fué mayor, la impulsó a auto agredirse golpeando su cabeza contra la pared, terminó la noche en una guardia con puntos en la frente.

Gracias a su familia que es de de fierro, entre hermanos, abuelos, tíos, y terapeutas, sol ha logrado muchas metas en equipo. Hoy asiste al hogar de día descubrir.

La obra social le quitó la acompañante terapéutica pero esto no la venció, también hizo en la fundación jingles terapia con perros labradores, y es capaz de interactuar en grupos grandes de amigos.

Ayuda y amor es la filosofía de una familia unida, lo principal cuenta su mamá Claudia con la voz entrecortada por la emoción es que Sol se levanta y se acuesta con una sonrisa en el rostro, es una gran enseñanza de vida para nosotros, refuerza esta mamá orgullosa.

La toma de conciencia debe ser una realidad urgente para no seguir ocasionando semejantes secuelas en las personas. La condición de esta joven, su crisis por la pirotecnia y el cambio de vida debido a las secuelas dejan en evidencia que nuestro compromiso social debe ser para ayer.

Los golpes reiterados en su cabecita que ocasionaron el desprendimiento de retina y por consiguiente su ceguera deberían darnos un golpe al corazón y reaccionar ya.

No a la pirotecnia, sí al cuidarnos y poder disfrutar todos.