¿A Milei le conviene que gane Trump? Si, pero...

Sergio Suppo

En el contexto político actual, la relación entre Argentina y Estados Unidos se presenta como un tema de interés crucial, aunque a menudo olvidado por la agenda internacional. Mientras Argentina busca constantemente la atención de Estados Unidos, este país no necesariamente considera a Argentina en su lista de prioridades. Esta asimetría es clave para analizar las dinámicas de poder que se presentan en el ámbito internacional.

La afinidad de Javier Milei con Donald Trump es un punto que ha suscitado interés. Sin embargo, es importante señalar que, a pesar de que ambos comparten ciertos ideales, su relación es más superficial de lo que podría parecer. La única interacción registrada entre ellos fue una fotografía en un evento político, y más allá de eso, no hay un vínculo significativo. En contraste, Mauricio Macri, el ex presidente argentino, mantuvo una relación cercana con Trump, quien incluso presionó al Fondo Monetario Internacional para otorgar a Macri un crédito de más de 40 mil millones de dólares. Esta historia de cercanía es difícil de replicar en la actualidad.

Ante el escenario actual, Milei necesita el apoyo de un presidente estadounidense para facilitar gestiones con el Fondo Monetario Internacional. La posibilidad de que un presidente, ya sea Trump o Kamala Harris, apoye una renegociación de la deuda argentina parece remota, aunque podría haber un margen para una mayor flexibilidad en otros temas de la agenda bilateral.

Las conversaciones con representantes de ambos partidos en Estados Unidos han revelado que, si bien hay simpatías hacia Milei, no se considera que su afinidad con Trump garantice un avance en los intereses argentinos. Un dato relevante es que Trump es percibido como un líder transaccional, lo que significa que cualquier favor que se le pida vendrá con una exigencia a cambio. En este sentido, Milei tendría que ofrecer algo de valor a Trump, como los minerales y el litio, que son esenciales para la transición energética.

Sin embargo, un obstáculo importante es que el gobierno argentino no tiene control sobre los yacimientos de litio, ya que estos pertenecen a las provincias. Esta situación podría complicar cualquier intento de negociación que Milei busque establecer con Trump, en caso de que este último regrese a la presidencia. La incertidumbre sobre el resultado de las elecciones estadounidenses hace que sea difícil predecir el futuro de esta relación.

En resumen, la relación entre Argentina y Estados Unidos es compleja y está marcada por una serie de factores que Milei deberá considerar si quiere establecer un vínculo provechoso. La política internacional es un juego de intereses, y Argentina debe estar dispuesta a jugar sus cartas con astucia.