Cooperativa rosarina de ex detenidos consiguió financiamiento europeo

La Cooperativa La Esmeralda, compuesta por personas que estuvieron detenidas y la Fundación Tercer Tiempo, consiguió financiamiento europeo por parte de un programa. Además, presentarán un proyecto para que los bienes decomisados del delito sean destinados a funciones sociales.

Fernando Benítez, presidente de la Fundación Tercer Tiempo, contó en Viva la Radio, por Cadena 3 Rosario, cómo comenzó el trabajo mancomunado con las personas privadas de su libertad en varias cárceles del sur de Santa Fe. “Hace ocho años empezamos por medio del rugby a tratar de contribuir para bajar la violencia urbana. Con el tiempo nos dimos cuenta de que hacer solo eso era una utopía, pero notamos que era una herramienta para constituir un primer contacto”.

“Entendimos que las personas están atravesadas también por su círculo social y la falta de trabajo. Las poblaciones con las que trabajamos, obviamente, tienen antecedentes. Notamos que eso era una limitante que excluía a la hora de ser contratados”, añadió. Y dijo: “A partir de ahí pensamos en las figuras de las cooperativas. La Cooperativa La Esmeralda la conformamos para comercializar los productos que hacemos, e intentamos poner en valor”.

La fundación y la cooperativa buscan financiamiento constantemente. De ese modo llegaron los vínculos con dos organizaciones que están financiadas por la Unión Europea y lograron la compra de un horno industrial para facilitar la producción. “La forma en la que hoy la parte privada y civil se compromete con nosotros es adquiriendo nuestros productos, que ayuda al funcionamiento y el salario de quienes lo conforman”, apuntó.

“Sabemos que hay un discurso reduccionista y simplista de ‘el que las hace las paga’ y nosotros decimos que muchas veces la cárcel es una respuesta que nos hemos dado como sociedad hace muchos años y no ha evolucionado, donde nos hemos limitado a poner a los sujetos peligrosos lejos de nosotros. Y sin ver que nuestra constitución dice que la cárcel es un lugar sano y limpio para resocializar”, atendió.

Y expresó: “Tenemos que entender a la sociedad que sufre la violencia. No podemos naturalizar estos hechos y hay que ser claros. Nosotros tenemos delimitada la línea donde comprendemos que hay personas que no van a cambiar. Hay un porcentaje altísimo que son víctimas de jefes de bandas y las cárceles se han convertido en zonas de reclutamiento. Entonces lo que decimos es cuidado que se tira la mano de obra barata a estas bandas que solo pescan en una pecera".

“Todos los que están presos algún día van a salir. Entonces aprovechemos este tiempo para que esta persona cuando vuelva lo haga con las ganas de incorporarse socialmente a la sociedad en la que vivimos. Claramente, la mano dura no ha dado respuesta a los problemas que tenemos. Debemos buscar la punta del ovillo para mejorar esto. Tenemos que trabajar también con sus círculos sociales. Su familia, su barrio”, concluyó.

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