El arquero de Independiente denunció que discriminaron a su hijo con autismo

El arquero de Independiente, Rodrigo Rey, hizo un descargo en redes sociales por la decisión que tomó el Instituto José Manuel Estrada de La Plata de no renovarle la matrícula a su hijo para el año que viene, a pesar de que tiene TEA.

Sin lugar a dudas, el arquero de 33 años es uno de los mejores en su puesto en el fútbol argentino hace un tiempo y lo demuestra partido tras partido defendiendo el arco de Independiente que, este domingo, venció 2-0 a Central Córdoba de Santiago del Estero y sueña con clasificar a la próxima Copa Libertadores de América.

El descargo de Rodrigo Rey en sus redes. 

Dentro del campo de juego, Rey vive un gran presente a nivel profesional, pero, fuera del mismo, no son los mejores tiempos para el arquero que mantiene una disputa en la Justicia con el Instituto José Manuel Estrada de la ciudad platense de City Bell por no renovarle la matricula a su hijo Benicio que tiene TEA.

Este domingo, tras la victoria ante el equipo santiagueño, el arquero hizo un descargo en sus redes sociales y mostró su malestar: "Esa bronca de ver que a veces no alcanza con ser buena gente, que a veces parece que defender los derechos de tus hijos les molesta a otras personas y deciden en represalia sacar a tus hijos de sus espacios, de sus círculos de amigos".

"Sus amigos lo ayudaron a avanzar a pasos agigantados al punto de poder reducir sus terapias de 5 a 3 semanales" agregó el ex Gimnasia de La Plata que, junto a su pareja Laura, presentaron un amparo en la Justicia cuyo eje del descargo giró en torno a los espacios precarios para atender las emociones de los alumnos.

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Un tiempo atrás, el arquero había hecho un posteo en las redes por la falta de inclusión del colegio que, en represalia, tomó la decisión de no renovarle la matricula a Benicio ni a su hermana Renata.

Por último, el referente del equipo de Julio Vaccari concluyó con una enseñanza que le dejó el fútbol: "Si hay algo que me enseñó el fútbol y la vida es a no bajar los brazos, es a hacer que las cosas sucedan, es que vale la pena librar las batallas que son honestas, que son justas y eso haremos. Confiamos mucho en Dios y en la justicia".

El arquero de Independiente tiene una disfluencia desde la infancia. "Mi cabeza quiere ir más rápido que mi boca y me trabo", explicó hace algunos años.