Importa ropa usada y afirma que da "mucho más trabajo" que la industria nacional

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   Siempre Juntos Rosario

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La importación de ropa usada, especialmente desde Estados Unidos, genera preocupación en la industria textil argentina. Este fenómeno, que se presenta como un mercado emergente, ha llevado a alertas sobre la competitividad de precios y posibles riesgos asociados a la seguridad de estos productos. La demanda de ropa usada crece, ya que muchos buscan oportunidades económicas ante la crisis.

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Sol, dueña de la empresa Reusar, explicó su experiencia en el negocio: “Estamos trabajando con los fardos americanos hace aproximadamente tres años. Nuestro público es muy diverso, desde emprendedores hasta personas que buscan una alternativa a su situación laboral”. Según comentó Sol en Siempre Juntos, por Cadena 3 Rosario, la ropa usada que importan es de alta calidad y a precios accesibles: “Los fardos son paquetes prensados y sellados de ropa original. Al comprar por kilo, el costo por unidad es muy atractivo”.

“Seré recontra sincera, los fardos de ropa americana, siento yo que toda la vida trabajé, no afectan al comercio nacional. Si no logran hacer una diferencia es porque durante años estuvieron cómodos por no tener competencia. Esto da mucho más trabajo, ellos a los talleristas les pagaban muy poco”, aseguró.

Los precios de las prendas varían, con ejemplos como trajes de baño que comienzan en 800 pesos y ropa deportiva que puede costar entre 3.000 y 5.000 pesos. “La gente busca esta calidad y, aunque es ropa usada, a menudo se encuentra ropa nueva con etiqueta”, añadió Sol.

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Respecto a cómo se adquiere la ropa, Sol aclaró: “Nuestro público son mayoristas que compran los fardos, pero también tenemos locales donde la gente puede comprar prendas individuales”. Este modelo ha ayudado a derribar el estigma asociado a la ropa usada, convirtiéndola en una opción popular: “Hoy, decir que tienes un local de ropa americana genera mucho tráfico de gente”.

Sin embargo, Sol advirtió sobre los riesgos de las compras en línea: “Es importante investigar al proveedor, ya que hay muchas estafas en este mercado. La gente pierde su dinero al invertir en alguien que no despacha la mercadería”.

Sobre la regulación de la ropa usada, Sol mencionó que “cuando hacemos importaciones legales, se requiere un apostillado que certifique la desinfección de la mercadería en Estados Unidos”. Aunque puede haber prendas en mal estado, el margen de ganancia sigue siendo atractivo: “De un fardo de 200 remeras, puede que necesites trabajar algunas, pero el costo sigue siendo competitivo”.

Entrevista de Hernán Funes.

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