Cambio climático: ¿prioridad en la Cumbre de las Américas?

Por Cynthia Zak

En el mismo lema de la Cumbre de las Américas se expresa lo de “un futuro sostenible” y en mesas redondas, debates políticos y porcentajes contundentes, los dirigentes de la región tienen en sus manos la posibilidad exigir regulaciones de protección ambiental y leyes sólidas que prioricen los recursos y la vida en lugar de conveniencias económicas.

Para entender la magnitud del problema en Latinoamérica les voy a seguir compartiendo párrafos del informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) que depende de la ONU y su informe sobre nuestros países.

Desde sequías a inundaciones, incendios y deforestación la investigación de IPCC hace hincapié en situaciones como la del derretimiento de los glaciares y su impacto en el medio ambiente: “En los Andes, desde la década de 1980 se han perdido entre el 30% y el 50% del área glaciar. Los Andes del Sur muestran las tasas más altas de pérdida de masa glaciar en todo el mundo, lo que contribuye al aumento del nivel del mar. El retroceso de los glaciares, junto con el aumento de la temperatura y la variabilidad de las lluvias, han afectado los ecosistemas, los recursos hídricos y los medios de subsistencia”.

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Todo está interconectado, no hay un hecho que no impacte en lo que lo rodea, es una cadena en donde todos los eslabones tienen participación y si uno se rompe de inmediato se desarma el equilibrio.

¿Es “un futuro sostenible”, solo una expresión de deseo?

“Se prevé también que los eventos de precipitación extrema, que resultan en inundaciones, deslizamientos de tierra y sequías, se intensifiquen en magnitud y frecuencia debido al cambio climático. Un aumento de 1.5C resultaría en un aumento de hasta un 200% en las poblaciones afectadas por inundaciones en Colombia, Brasil y Argentina, 300% en Ecuador y 400% en Perú”, dice el informe.

Todo esto impacta de lleno en la vida, en la calidad de los alimentos, el agua y el aire, en los proyectos de emprendimientos rurales en donde la producción agrícola se reduce, por ejemplo, hasta un 23% para arroz y un 21% para maíz en Centroamérica para el año 2050.

“Mientras más rápido empezamos a adaptarnos menor costo habrá. Es mucho más económico invertir en prevención y adaptación que invertir en post desastre”, indica Liliana Miranda, autora del IPCC y científica de Perú. Y agrega: “Tenemos una ventana de oportunidad para adaptarnos y reducir la vulnerabilidad de América Latina”.

Lo cierto es que en estos días de reuniones, charlas y debates sobre temas que afectan de lleno la vida en Latinoamérica, el punto del medio ambiente se mantiene como prioridad: los dirigentes tienen la gran oportunidad de pasar a la acción concreta.

Aumento de presupuestos para investigación, desarrollo y tecnología, educación a la población desde la infancia en estos temas, observatorios verdes, creaciones de tanques de pensamiento que involucren a la población en general, diversificación de cultivos, nueva infraestructura son algunas de las cuestiones que hay que poner en marcha urgentemente.

Mientras tanto, cada uno de nosotros podemos aportar siempre algo que hace la diferencia en el todo.

¿Por dónde vamos a comenzar ahora mismo con el cuidado al medio ambiente?

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