Advierten que el desborde del crimen organizado amenaza la seguridad nacional

La escalada de violencia armada que se derrama desde Rosario en todo el sur de Santa Fe no encuentra un freno, siendo últimamente objetivo los establecimientos educativos y otros ámbitos que parecían quedar fuera de su rango de acción.

Esto motivó acciones públicas y medidas de fuerza de gremios, por ejemplo, que lanzaron un paro de diversos rubros para este jueves 22 de junio en la ciudad.

El presidente de la Fundación Finint, Félix Marteau, habló en Cadena 3 Rosario sobre la difícil situación que atraviesa la provincia de Santa Fe debido a la violencia generada por grupos criminales dedicados al tráfico de cocaína y paco.

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Balance. “Es muy crítico. La criminalidad está en una situación de dispersión, que presentan las bandas criminales en Rosario y también en Santa Fe capital. Es muy complejo porque implica que no hay una hegemonía de parte de una agrupación delictiva para imponer algo de orden, desde el punto de vista criminal, a la comercialización de cocaína y paco”.

Síntoma. “Hay un constante apelo a la violencia, a la conflictividad en ese sentido. Eso genera, necesariamente, mucha violencia de parte de criminales que han empezado a resolver sus conflictos desde hace mucho tiempo de esta manera”.

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Desarticulación. “Del lado de la represión del sistema de seguridad estatal, vemos que hay una significativa y constante dificultad en implementar políticas estatales efectivas, las verticales del sistema de seguridad fragmentadas, no funcionan como sistemas, en cada una de ellas vemos problemas estructurales”.

Sin hegemonía. “Hay mucha violencia a causa de que no hay posibilidad de control hegemónico por el lado del sistema estatal. Lo que vemos en la provincia de Santa Fe es que ni hay capacidad política ni está toda la clase política para forjar un pacto con caciques políticos que tengan esa capacidad en la provincia; ni del lado de la criminalidad, aun existiendo liderazgo de actores más tradicionales de Los Monos o el clan Alvarado”.

Realidad concreta. “El entramado criminal en el tejido urbano rosarino es evidente, después de que fueron detenidos los líderes de las bandas esto se multiplicó. Cueste lo que cueste, con las herramientas que tenga el Estado, hay que recuperar el territorio, tomar medidas excepcionales y la ciudadanía tener en claro que tienen que aplicarse”.

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Derrame. “A quien le vaya mal en materia de seguridad en lo que viene, va a hacer que le vaya mal a todo el mundo. Primero hay que pacificar. Se habla de estrategias, planes… en la fórmula clásica de decisión planificada, lo más importante es la decisión, no el plan. Acá lo que hay que hacer es utilizar todos los recursos estatales para doblegar a esa criminalidad que genera tanta violencia”.

Doctrina fallida. “Los progresistas siempre confunden las prioridades, es una constante postergación de la toma de decisión definitiva en materia de seguridad. Quieren resolver lo social para resolver la violencia en Rosario. Lo primero que tiene que hacer el Estado es retomar el orden fáctico en los lugares donde los narcos empiezan a ser dueños y señores. El progresismo en materia penal ha sido tremendamente dañino, les explotó en las manos”.