Tarifas: sólo sé que no sabemos nada

Adrián Simioni

Finalmente, para tratar de que el FMI le anticipe fondos y le permita usarlos para mantener un dólar oficial barato artificial, el ministro Sergio Massa autoriza aumentos en las tarifas de gas y luz.

La pregunta de todo el mundo es cuánto se va a sentir eso en las facturas. Bueno: la noticia es que es casi imposible saberlo. El sistema tarifario ha entrado en un caos de parches. Depende de cuánto subsidia la Nación el gas o la luz, depende de dónde vivís (porque hay subsidio al frío), depende de si tu provincia subsidia o no el reparto de la luz o si la Nación autoriza aumentos a las distrubuidoras de gas, del nivel de tus ingresos y de si los tenés declarados o no, de si alquilás o de si sos propietario, de si recibís tarifa social o no, de si tenés un plan social, de si un mes consumís poco y el otro mucho. En el fondo, no hay más tarifa. Todo depende de la cara del cliente. Es un caos.

A los especialistas más pintados se les complica. Por ejemplo: el gobierno autorizó a las distribuidoras de gas a subir sus tarifas (no el valor del gas en sí). A los clientes más "ricos" les aumentó más el cargo fijo, pero a los más pobres les subió más el cargo variable. Como consecuencia, los analistas creen que el costo de repartir el gas va a subir más o menos un 45% para todos. Pero nadie está seguro.

Otro ejemplo: Massa también autorizó subir el costo de la electricidad (no de su distribución). Uno de los especialistas más reconocidos en el tema dice que para el Amba eso implicará una suba 63% respecto del mes anterior en la factura. Pero a los minutos tiene que corregirse: la suba será de 97%. Las resoluciones son un laberinto sin salida. Con un nivel de distorsión grotesco: algunos usuarios pagarán por la misma luz siete veces más que otros, en algún caso sólo por no haber puesto un inmueble a nombre de su hijo.

Y ojito si sos N3 (consumidor intermedio): si te pasás de los 400 kilovatios el precio de cada kilo extra se te va a multiplicar por 7.

En definitiva: no preguntes cuánto vas a tener que pagar. Nadie te lo puede decir muy bien. Y es a propósito. Así como el gobierno destroza el sistema cambiario para devaluar el peso sin admitir que lo devalúa, lo mismo hace con las tarifas: destruye el sistema tarifario para aplicar un tarifazo negando simulando que no hay un tarifazo. Y así como con la inflación ya no sabemos cuánto cuestan las cosas, en las tarifas pasa lo mismo: ya no sabemos los precios de los servicios públicos. Es otro triunfo del caos.