Tiene 14 años y escribió un libro para cambiar la vida de adolescentes como ella

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Hablar de talento precoz suele remitirnos a nombres como Mozart, Mendelssohn o Vivaldi: prodigios que desplegaron creatividad desde edades en las que la mayoría de los niños apenas están descubriendo el mundo. Pero esas historias no pertenecen solo a los libros de música. En la Argentina de hoy también florecen talentos jóvenes, potentes y luminosos. Uno de ellos es Jazmín Gerez, escritora de 14 años, creadora de libros para colorear y autora de una guía motivacional que nació de un profundo proceso personal.

En la Feria del Libro de Villa Carlos Paz, la historia de Jazmín llamó la atención de inmediato. No solo por la solidez con la que habla de sus proyectos, sino también por la fuerza con la que encara su vida desde que nació con focomelia, una condición que implica la ausencia de su mano derecha. “Tengo 14 años y soy creadora de contenido de libros para colorear. Nací con focomelia, que es la ausencia de mi mano derecha. Dibujo desde los 3 años, y la escritura llegó en este 2025”, contó a Cadena 3.

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Jazmín nació en Santiago del Estero y creció rodeada de cuentos, lecturas y lápices de colores. Su amor por el dibujo se volvió un refugio y una forma de expresión desde muy pequeña. Pero su incursión en la escritura tiene un punto de partida mucho más profundo. “El 15 de abril de 2024 tuve una crisis de asma. Estuve al borde de la muerte. Cuando salí del consultorio y mis pulmones se sanaron, dejé de dibujar en lápiz y pasé al lienzo”, relató. A partir de ese episodio, su vida tomó un rumbo distinto.

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Meses después, en un evento literario llamado "Vení que te cuento", conoció a dos niños escritores, de 7 y 10 años. “Su historia me inspiró mucho. Ahí comencé mi nuevo libro. Hace nueve meses que lo estoy escribiendo y ya lo terminé”, compartió. Ese libro se titula “Si lo creés, logralo”, una guía afectuosa y motivadora para adolescentes y jóvenes. “Es una guía cercana que los ayuda a descubrir quiénes son, a aprender de sus errores y a saber que todos tienen un propósito que cumplir”, explica Jazmín con la claridad de quien entendió muy temprano que su voz puede acompañar a otros.

Detrás de este camino hay un sostén clave: su familia. Gabriela, su mamá, lo explicó con emoción al aire. “Desde que ella era chiquita siempre le gustó el arte y crear. Cuando tuvo ese episodio que contó, decidimos acompañarla como papás en todo lo que fuera necesario. Entendemos que hay una generación de adolescentes que necesita referentes. Y ella pasó procesos difíciles: muchas horas de rehabilitación, mucha lectura, mucha búsqueda. Nuestro rol fue apoyarla, darle fortaleza y ayudarla a desarrollar sus sueños y metas”.

Gabriela recuerda que todo comenzó con un simple libro y muchos lápices. Jazmín miraba los dibujos y los reproducía en un cuaderno. Con el tiempo, ese juego se transformó en disciplina, y la disciplina, en una voz propia. “Lo fundamental como padres es ver el don de cada hijo y apoyarlo”, concluyó.

El talento temprano es un tema que atraviesa campos tan diversos como el arte, el deporte o la música. En diferentes escenarios aparecen personas como Messi o Lamine Yamal, así como el mismísimo Charly García, el prodigio local que compuso su primera obra a los cuatro años.

La historia de Jazmín es un recordatorio poderoso: los talentos jóvenes existen, sueñan, buscan y crean. Lo que necesitan —y lo que esta familia demuestra— es un entorno que acompañe, que escuche y que confíe. Porque cuando ese apoyo aparece, el talento no solo brilla: también inspira.

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