Actualización del Índice de Calidad de Vida del CONICET: un mapa interactivo renovado

El Índice de Calidad de Vida (ICV), una herramienta clave para medir el bienestar de la población argentina, recibió una importante actualización. Desarrollado por investigadores del CONICET en colaboración con la UNICEN, el ICV ahora incluye datos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2022, lo que permite una evaluación más precisa y detallada del bienestar en el país.

Desde su creación, el ICV ha sido utilizado por diversas entidades, incluyendo organismos públicos y empresas, para la toma de decisiones en políticas públicas y planificación de inversiones. Esta nueva versión del índice incorpora un 38% más de unidades de información geográfica en comparación con el mapa de 2012, permitiendo un análisis más exhaustivo de los más de 70 mil radios censales que componen la superficie argentina.

Guillermo Velázquez, investigador del IGEHCS (Instituto de Geografía, Historia y Ciencias Sociales), destacó que la actualización se realizó con la misma metodología que se utilizó para el Censo 2010, lo que facilita la comparación de datos y la identificación de tendencias en la calidad de vida a lo largo del tiempo.

Una de las novedades más relevantes de esta actualización es la inclusión de indicadores ambientales más complejos. A diferencia de 2010, ahora se cuenta con datos sobre el uso de plaguicidas en la agricultura, la participación de la industria y la minería en el producto bruto, y diversos tipos de contaminación, entre otros. Esto refleja un enfoque más integral sobre los factores que afectan la calidad de vida.

La aplicación interactiva del ICV permite a los usuarios alternar entre los datos de 2010 y 2022, convirtiéndose en una herramienta fundamental para el análisis de políticas públicas. Alejandro Zunino, investigador del ISISTAN (Instituto Superior de Ingeniería de Software Tandil), enfatizó que la nueva versión del mapa ofrece una optimización significativa en su tecnología, facilitando el acceso desde dispositivos móviles y mejorando la calidad de las visualizaciones.

El ICV se basa en dos grandes grupos de indicadores: socioeconómicos y ambientales. Los primeros incluyen variables como educación, salud y vivienda, mientras que los segundos consideran factores que impactan negativamente en el bienestar, así como recursos recreativos que favorecen la calidad de vida.

La calidad de vida es un concepto en constante evolución, y su medición debe adaptarse a los cambios en las expectativas sociales y los avances tecnológicos. Velázquez subrayó que el desafío radica en interpretar estos cambios y traducirlos en políticas públicas efectivas.

Para explorar el nuevo mapa interactivo del ICV, los interesados pueden acceder al siguiente enlace.

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