El Jefe arrasa: cómo Karina Milei consolida su poder

Julio Perotti

Es un decreto críptico. Tiene todas las formalidades de una redacción que lo aleja de la comprensión del común de los mortales.

Ni siquiera hace nombres propios.

Pero marca a fuego una realidad dentro del gobierno libertario: Karina Milei gana cada vez más poder.

Nada de lo que ocurra alrededor de su hermano, el presidente Javier Milei, le es ajeno.

El decreto 301/2024 sella la suerte del secretario de Prensa, Eduardo Serenellini, porque su secretaría queda absorbida por la Secretaría General, que preside Karina.

Y, por ende, lo coloca al experiodista de LN+ bajo su órbita y con un rango menor.

"Resulta necesario incorporar la Secretaría de Planeamiento Estratégico Normativo como Secretaría Presidencial y adecuar el rango y jerarquía del titular de la Secretaría de Prensa", dice el documento oficial.

Esto, obviamente, no es lo que seguramente le prometieron a Serenellini, que se movía con el mismo estatus de un ministro.

Ya antes, habían pasado la Subsecretaría de Prensa y la Vocería en manos de Manuel Adorni.

O sea, lo vaciaron de poder.

Puede parecer una cuestión menor.

Pero a este avance de “el Jefe” hay que ponerlo en un contexto mayor que no sólo incluye la gestión sino que va extendiéndose sobre La Libertad Avanza como fuerza política.

Cuando se pidió ante la Justicia Electoral la inscripción de La Libertad Avanza en el distrito Córdoba, ella lideró la gestión.

Ahora acaba de lanzar la fuerza en la ciudad de Buenos Aires, lo cual implica de alguna manera un desafío al socio de su hermano, Mauricio Macri, y su primo, jefe de Gobierno, Jorge Macri.

Porque parece que ni siquiera les avisaron.

Hasta ahora la referencia era Ramiro Marra, hasta que apareció El Jefe para demostrar que no hay ningún distrito blindado.

En una entrevista televisiva, Javier Milei comparó su relación con Karina con un paralelo bíblico: “Moisés fue un gran líder, pero no era un gran comunicador, así que Dios le envió a Aarón”, dijo, con lágrimas en los ojos. "Kari es Moisés, y yo soy su portavoz".

Toda una definición que ahora comenzamos a ver plasmada en la realidad política.

El Jefe no se conforma con ser la mente maestra detrás de uno de los momentos políticos más inesperados en la historia reciente de Argentina. Fue instrumental en construir el movimiento que obtuvo casi el 56% de los votos en las elecciones. Ahora trabaja para que ese fenómeno se prolongue en el tiempo. Nada se la interpone.

El Jefe arrasa con lo que se le interponga.