El pasado fin de semana, las autoridades de Ecuador entraron por la fuerza a la Embajada de México en Quito y se llevaron detenido al exvicepresidente Jorge Glas, quien estaba refugiado desde diciembre pasado eludiendo una orden de captura tras ser condenado por casos de corrupción y malversación de fondos.
"El Gobierno Nacional informa a la ciudadanía que Jorge Glas Espinel, condenado a pena privativa de libertad por la justicia ecuatoriana, ha sido detenido esta noche (por el sábado) y puesto a órdenes de las autoridades competentes", comunicaron en ese momento desde la administración ecuatoriana.
La acción fue considerada por el Gobierno de México como una ofensa contra la soberanía de ese país, ya que una embajada es funcionalmente territorio del país que tiene esa sede diplomática.
Jorge Glas y el expresidente Rafael Correa sostienen que son víctimas de persecución política por parte del actual gobierno ecuatoriano.
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En respuesta a esta situación, México decidió otorgarle asilo político a Glas en su embajada en Ecuador. Sin embargo, el presidente Daniel Novoa justificó su accionar argumentando que "una embajada no puede ser una guarida" y que "no puede servir para asilar delincuentes".
Esta tensión política ha llevado al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador a suspender las relaciones diplomáticas con Ecuador. A pesar del quiebre total entre ambos países, Novoa reafirma su decisión indicando que "Ecuador vive tiempos excepcionales" y asegura haber actuado por el bienestar del país.
En medio de este conflicto diplomático, Jorge Glas fue hospitalizado debido a intoxicación por ingesta de medicamentos mientras se encontraba detenido. Las circunstancias exactas detrás de este incidente aún no están claras.
La gravedad del caso ha trascendido más allá de las diferencias políticas entre los dos presidentes y ha generado preocupación internacional sobre el respeto a la soberanía de las embajadas. Esta situación ha obligado a otros gobiernos, como el argentino, a condenar la acción de Ecuador por considerarla un precedente peligroso.
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La cancillería argentina mencionó en su comunicado "la muy grave situación de las personas que fueron acogidas en la embajada argentina en Caracas" que sufrieron el asedio del régimen venezolano. Sin embargo, indicaron que la acción ecuatoriana de irrumpir con fuerzas de seguridad en una embajada es aún más grave.
Glas, exvicepresidente del exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017), está acusado de desviar fondos públicos destinados a la reconstrucción de poblados costeros tras un devastador terremoto en 2016.
En diciembre de 2017 fue condenado por corrupción a ocho años de prisión. Tras cumplir el 50% de la pena y obtener la libertad condicional, el jefe de estado mexicano le brindó asilo político en la embajada de México en Ecuador, donde este sábado fue arrestado por la Policía.
Había presentado un habeas corpus, obtuvo la libertad condicional el 28 de noviembre de 2022, cuando había cumplido la mitad de su condena. Tras quedar en libertad, Glas fue citado para declarar por otro hecho que se lo investigaba y fue en ese momento que pidió asilo político en la embajada de México, el cual le fue concedido
El gobierno ecuatoriano consideró el asilo a Glas como un "acto ilícito", ya que el exfuncionario es requerido por presunto peculado y las convenciones internacionales dictan que esa figura no aplica para delitos comunes, según un comunicado.
Glas nació en la ciudad de Guayaquil el 13 de septiembre de 1969. Se recibió como ingeniero eléctrico y licenciado en Ciencias Políticas.
En sus comienzos de la política fue nombrado gerente del Fondo de Solidaridad en diciembre de 2006 durante el gobierno de Rafael Correa. Luego, asumió el Ministerio de Coordinación de los Sectores Estratégicos hasta el 2013, año donde formó parte del binomio presidencial por el Movimiento Alianza PAÍS.
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