Leche frita: receta tradicional con dos trucos infalibles

En esta época del año, muchos se animan a preparar dulces y postres, y una de las recetas más tradicionales es la de leche frita. Aunque su elaboración puede parecer laboriosa, similar a la de unas croquetas, el resultado final bien vale la pena. La leche frita es un postre que alegra a grandes y chicos, y con un poco de dedicación, se puede lograr un plato delicioso.

Para preparar leche frita para cuatro personas, se necesitan los siguientes ingredientes: 400 ml de leche, 35 g de maizena, 80 g de azúcar, cáscara de limón para infusionar, 1 rama de canela, harina de trigo para rebozar, 2 huevos, aceite de oliva o girasol para freír, y azúcar y canela molida para espolvorear.

La elaboración comienza con la preparación de una leche saborizada. Se infusiona el azúcar, la canela y la cáscara de limón en 300 ml de leche. Una vez que la mezcla alcanza el punto de ebullición, se apaga el fuego. Aquí se aplica el primer truco: se debe tapar la cacerola y dejar reposar durante 15 minutos para que la leche adquiera todo el sabor.

Luego, se cuela la leche infusionada y se traslada a un cazo limpio. En los 100 ml de leche restantes, que deben estar bien fríos, se disuelve la maizena batiendo enérgicamente. Esta mezcla se vierte sobre la leche infusionada y se coloca nuevamente al fuego, removiendo constantemente para integrar bien los ingredientes. Es importante mantener el fuego en su mínima potencia, ya que si se cocina a fuego fuerte, la leche espesa demasiado rápido. Este es el segundo truco: al cocinar a baja temperatura y remover continuamente, se evita que la mezcla se pegue y se asegura que la masa no quede cruda.

Después de aproximadamente 20 minutos de cocción y removiendo, la mezcla estará lista. Se vierte en un recipiente rectangular y se cubre con film de cocina, asegurándose de que esté en contacto con la superficie para evitar la formación de costra. Luego, se lleva a la nevera a enfriar durante al menos 4 horas, aunque lo ideal es dejarla de un día para otro.

Una vez que la crema esté fría, se corta en ocho porciones rectangulares. Estas se pasan por harina y huevo batido antes de freírlas en aceite caliente. Al dorarse, se escurren sobre papel absorbente y se espolvorean con una mezcla de azúcar y canela en polvo. Para servir, se pueden adornar con virutas de cáscara de limón, aunque esto es opcional.

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