Reino Unido aplicó prohibición a los vapeadores desechables para proteger el medio ambiente

LONDRES (AP) — Desde el domingo pasado, una prohibición general de los vapeadores desechables forma parte de la normativa en todo el Reino Unido. Esta medida busca limitar el uso de estos dispositivos entre los jóvenes, disminuir la cantidad de residuos generados y evitar la contaminación por químicos tóxicos que afectan al medio ambiente.

La normativa establece que es ilegal que cualquier comerciante, tanto en línea como en tiendas físicas, venda vapeadores desechables, independientemente de si contienen nicotina o no. Sin embargo, se permite la venta de dispositivos recargables, que no entran en esta prohibición.

Este cambio en la legislación responde al creciente uso de vapeadores desechables en las escuelas y el aumento de residuos producidos por su eliminación inadecuada. De acuerdo a estimaciones, se desechan cerca de 5 millones de dispositivos a la semana en el Reino Unido, en lugar de ser reciclados adecuadamente.

Medidas a nivel global

El fenómeno de los vapeadores ha llevado a varios países a considerar regulaciones más estrictas. Por ejemplo, Australia impuso restricciones drásticas el año anterior al prohibir su venta fuera de farmacias, y Bélgica se convirtió en el primer país europeo en prohibir el uso de estos dispositivos desechables. Además, California en EE. UU. lidera en la implementación de nuevas regulaciones sobre el tema.

El Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido indicó que la alta tasa de uso de vapeadores entre los jóvenes es alarmante, y afirmó que la prohibición pretende detener su creciente presencia en los patios escolares y la cantidad de basura que afecta a las calles del país.

Los vapeadores desechables, al no ser recargables ni rellenables, frecuentemente son desechados con la basura común o arrojados en la vía pública. Incluso al ser reciclados, requieren desensamblaje manual, y sus baterías representan un riesgo de incendios en instalaciones de reciclaje, además de potencialmente filtrar químicos perjudiciales al entorno y poner en peligro la flora y fauna local.

Un periodo de adaptación

Las empresas dedicadas a la venta de estos productos han tenido un plazo de seis meses para adaptarse a la nueva normativa y liquidar el stock existente. Aquellos que continúen comercializando vapeadores desechables enfrentan multas iniciales de 200 libras (aproximadamente 260 dólares), las cuales podrían aumentar indefinidamente o implicar penas de cárcel en caso de reincidencias.

La Asociación de la Industria del Vapeo del Reino Unido comunicó que sus integrantes han tomado medidas rápidas para cumplir con el plazo establecido, aunque también advirtieron sobre las “graves consecuencias no deseadas” que pueden derivarse de una regulación excesiva.

“Hay preocupación por que esta prohibición motive a los exfumadores, quienes han cambiado a vapes, a regresar a los cigarrillos, que son responsables de la muerte de 220 personas al día en el Reino Unido, o a elegir dispositivos no regulados”, agregó su director general, John Dunne.

Además, el gobierno británico evalúa nuevas legislaciones para restringir el empaquetado, la comercialización y los sabores de los vapeadores electrónicos.

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Esta información fue traducida del inglés por un editor de AP con el apoyo de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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