Preocupaciones en EEUU sobre el impacto ambiental de la inteligencia artificial

WASHINGTON (AP) — Al tiempo que Estados Unidos construyó rápidamente centros de datos masivos para el desarrollo de inteligencia artificial (IA), surgieron preocupaciones sobre su impacto ambiental entre muchos de sus habitantes.

La intranquilidad sobre cómo la IA afectaría al medio ambiente superó a la que existió sobre otras industrias que agravaron el cambio climático, según una nueva encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research, una organización apartidista de investigación, y el Instituto de Política Energética de la Universidad de Chicago.

Los resultados de la encuesta —realizada en septiembre— sugirieron que, a medida que la IA transformó el trabajo, la comunicación y la cultura, también generó inquietud sobre cómo la creciente demanda energética que requiere podría dañar aún más el medio ambiente.

Se necesitaron cantidades enormes de electricidad para alimentar la IA. La Agencia Internacional de Energía (AIE) previó que el consumo de electricidad de los centros de datos se duplicaría con creces a nivel global para 2030. Estados Unidos representó —por mucho— la mayor parte del aumento proyectado, seguido de China. En muchos lugares, la electricidad para los centros de datos proviene de centrales eléctricas que queman carbón, petróleo y gas natural para generar energía. La quema de estos combustibles fósiles para generar electricidad emite dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero que atrapa el calor en la atmósfera y calienta al planeta.

Las necesidades energéticas son tan grandes que las principales empresas tecnológicas invirtieron en tecnología nuclear de última generación, capaz de producir electricidad sin emisiones, y redujeron discretamente sus objetivos autoimpuestos para reducir la contaminación por carbono.

Aidan Collins, demócrata de 26 años por Nueva York, afirmó que, en su opinión, la IA consumió una "cantidad absurda" de energía.

"Utilizar toda esta energía y contribuir negativamente al cambio climático de la peor manera, eso simplemente me parece horrible a mí", dijo.

Más preocupaciones sobre el impacto ambiental de la IA que de la carne y la aviación

El presidente Donald Trump presentó este verano un plan para el "dominio global" de Estados Unidos en inteligencia artificial, que incluye la reducción de las regulaciones ambientales para acelerar la construcción de supercomputadoras de IA. El Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) identificó zonas federales donde las empresas tecnológicas podrían construir centros de datos para impulsar la IA. Trump, quien es republicano, realizó grandes avances para dar prioridad al uso de combustibles fósiles para la generación de electricidad, a la vez que obstaculizó los proyectos de energía renovable.

Aproximadamente 4 de cada 10 adultos estadounidenses dijeron que están "extremadamente" o "muy" preocupados por el impacto ambiental de la IA. Esta cifra supera a la de los estadounidenses que están muy preocupados por el impacto ambiental de las industrias de las criptomonedas, la producción de carne y el transporte aéreo —todas las cuales contribuyen al cambio climático y causan daños ambientales. La minería de bitcoins consume enormes cantidades de electricidad. El ganado produce metano, un potente gas de efecto invernadero. Y las aeronaves, al quemar combustible, liberan dióxido de carbono.

Al igual que Collins, varios estadounidenses compartieron sus inquietudes en entrevistados posteriores, señalando la gran cantidad de energía y agua necesarias para alimentar la IA. Los centros de datos necesitan enormes cantidades de agua para mantenerse refrigerados. Algunas comunidades se opusieron firmemente a estos centros de datos, debido a que consumen mucha energía y agua.

Aaron Gunnoe, un trabajador independiente de 29 años de Ohio, expresó gran preocupación por la creciente demanda de electricidad, dado que gran parte de ella proviene de combustibles fósiles.

"No han hecho nada para compensarla de forma limpia", agregó. "Simplemente siguen construyendo más y más".

Los demócratas son más proclives que los republicanos a estar muy preocupados

Los demócratas mostraron una mayor inclinación a preocuparse por el impacto ambiental de la IA. Amy Fennewald, una demócrata de 61 años de Minnesota, dijo: "Siento que va a ser una carga cada vez más y más grande".

Sin embargo, aproximadamente la mitad de los demócratas están "extremadamente" o "muy" preocupados, mientras que alrededor de un tercio de los independientes y de los republicanos también expresaron una preocupación similar. Raymond Suárez, un hombre de 60 años residente en Florida, quien se identifica como un republicano "firme", teme que se construyan centros de datos en terrenos que deberían preservarse para otras actividades, como la agricultura, y lamenta que la IA ya se ha vuelto demasiado dominante.

"La incrementan y creen que es algo genial, pero no: no lo es", opinó.

Por el contrario, James Horner, un republicano de 52 años que vive en Carolina del Sur, comentó que no le preocupan en absoluto los impactos ambientales. Argumentó que la inteligencia artificial podría ser la solución a los problemas energéticos, ayudando a mostrar cómo se puede generar energía limpia de manera eficiente y rentable.

"Va a ayudar a todos", afirmó. "Creo que podrá descifrar estos procesos que ocurren en nuestro cuerpo y que los científicos, a pesar de ser tan inteligentes, no han descifrado todavía. Con las supercomputadoras recopilando todos esos datos, creo que ayudará en todo: a la salud, al medio ambiente. Si se usa correctamente, hará el bien".

El legado que se espera de la IA es más negativo que positivo

Los estadounidenses tienden a pensar que, durante la próxima década, la inteligencia artificial perjudicará más que beneficiará al medio ambiente, a la economía y a la sociedad en su conjunto.

Doug Bowen, un republicano moderado de 79 años que reside en Kansas, expresó su creencia de que la inteligencia artificial causará más daños. Agregó que la demanda de recursos del planeta aumentará conforme la IA y el número de empresas involucradas en este campo crezca.

Los estadounidenses están divididos sobre si la IA será responsable de ayudarles más o de perjudicarlos más personalmente. Aproximadamente una cuarta parte de los encuestados expresó que la IA les ayudará más, y una proporción similar declaró que les perjudicará más. Aproximadamente la mitad contestó que no hará diferencia en su vida o que no están seguros.

Amanda Hernandez, una demócrata de 24 años en California, expresó su preocupación tras ver videos en TikTok sobre la enorme demanda de energía y agua que requiere la IA. Dijo que piensa que la IA la perjudicará personalmente porque trabaja como cajera en un restaurante de comida rápida.

"Me preocupa más —a medida que la IA continúa creciendo y avanzando— que ya no vamos a necesitar a ningún cajero ni personal de atención al cliente para nada", expuso.

Fennewald, de Minnesota, concluyó que no sabe si la IA la ayudará o perjudicará personalmente en el futuro.

"Creo que es un misterio. No sé cómo podríamos saberlo", agregó. "Realmente no tenemos idea de lo que nos espera".

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La encuesta AP-NORC, realizada del 2 al 18 de septiembre, abarcó 3.154 adultos con una muestra del panel probabilístico AmeriSpeak de NORC, diseñado para ser representativo de la población estadounidense. El margen de error de muestreo es de más/menos 2,4 puntos porcentuales para todos los encuestados.

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