La gesta del Leicester

Por Gabriel Rodríguez

Era marzo de 2015 y el Leicester perdía ante Tottenham, hundiéndose en el fondo de la tabla de posiciones, lugar que venía ocupando durante los últimos cuatro meses. Era la séptima derrota en los últimos nueve partidos y sólo un milagro parecía evitar el descenso ya que a falta de ocho partidos, la salvación estaba a siete puntos.

Sin embargo, los “Foxes” sorprenderían al mundo con una impresionante racha de siete victorias en los últimos ocho compromisos, logrando una de las más increíbles salvaciones en la historia de la Premier League.

“Viví unos años hermosos en Leicester, con unos compañeros espectaculares y un vestuario muy unido” expresó Leonardo Ulloa, el único argentino de ese plantel, en diálogo con Cadena 3.

Para la temporada 2015/16, Leicester contrata de manera inesperada al italiano Claudio Ranieri, con el objetivo de mantener la categoría porque a nadie se le pasaba por la cabeza que un equipo como Leicester, armado con menos de 40 millones de euros, pudiera disputar el título ante proyectos multimillonarios del City, el United y el Chelsea.

De hecho en las casas de apuestas, se pagaba cinco mil a uno que el Leicester salga campeón.

Pero en la fecha siguiente perdió el invicto de una manera terrible al caer como local ante Arsenal 5-2, retrocediendo al octavo puesto en la tabla. Se levantó rápido: tras golear 3-0 a Newcastle por la 13° jornada, alcanzó la punta por primera vez y en la siguiente con el 1-1 ante Manchester United, Jamie Vardy (aquel muchacho con una gran historia de superación luego de ser obrero de fábrica), estableció el récord de 11 partidos seguidos marcando.La temporada empezaría muy bien, con dos victorias en los dos primeros partidos y un empate ante el Tottenham, lo ubicaban en posiciones de vanguardia. En la 5° fecha remontó un 0-2 ante Aston Villa logrando una épica victoria en el último minuto. Después de volver a remontar otro 0-2 frente a Stoke City, logrando una igualdad, Leicester era el único invicto.

Después de tres victorias sucesivas, incluyendo un 2-1 frente al Chelsea, vigente campeón, llegaría la segunda derrota de la temporada al perder con Liverpool en Anfield, 1-0.

Dos empates sin goles, uno de ellos ante el Boro pese a tener un penal a favor y jugar con uno más, se dio por hecho que empezaba a desinflarse. Pero venció al Tottenham de Pochettino en Londres con gol de Huth, poniendo fin a la mala racha y confirmando su condición de candidato.

En la 23° fecha superó al Stoke City 3-0, volvió a la punta pero en ese tramo de la temporada debía hacer frente a un calendario de aquellos. Recibió al Liverpool de Kloop y aquel día, Vardy haría un doblete y uno de los mejores goles del campeonato. En la siguiente fecha, visitó al Manchester City de Pellegrini, que marchaba segundo y dio un golpe de autoridad con un inapelable 3-1. El sueño estaba vivo.

"Mucha gente simpatizó con ese equipo porque era el más débil contra los poderosos y se vivía así en ese entorno", señaló Ulloa.

El duro recorrido va ahora al Emirates Stadium, la cancha del Arsenal. Vardy de penal adelantó a la visita que sufrió la expulsión de Simpson con media hora por jugar y siendo eso letal: Arsenal le empató y le ganó en el minuto 94.

No podía ante el Norwich. Entonces Ranieri manda a la cancha, en la recta final al argentino Leonardo Ulloa, quien perdió un poco de terreno respecto a la temporada anterior, en donde había marcado 11 goles en 37 partidos más tres asistencias. El oriundo de General Roca, apareció en el último minuto provocando el éxtasis total en el líder.

Luego de un 2-2 con West Bromwich, Leicester encadenó cuatro victorias por 1-0: Watford, Newcastle, Crystal Palace y Southampton. La posterior 2-0 sobre Sunderland, con doblete de Vardy, dejaba al Leicester con 7 puntos de ventaja sobre Tottenham a falta de 5 fechas.

West Ham fue durísimo. Vardy abrió la cuenta pero se fue expulsado, se lo dieron vuelta aunque con el último suspiro un dudoso penal le permitió a Ulloa ser otra vez el héroe, logrando un punto que sabía a triunfo. Una semana después, golearía 4 a 0 al Swansea y acariciaba el título.

El lunes 2 de mayo, en la penúltima, los “Foxes” visitaban Old Trafford y con una victoria eran campeones, pero el United, que se estaba jugando su presencia en la próxima Champions se adelantó con gol de Martial. Leicester empató de cabeza, a través del capitán Morgan. Fue 1-1 y el sueño no podía ser en el “Teatro de los Sueños”.

Los de Ranieri debían esperar unas horas: si Tottenham no le ganaba a Chelsea, sería campeón. En el duelo de Stamford Bridge, un gol de Hazard a 7’ del epílogo establecía el definitivo 2-2 y ahora sí: el sueño se hacía realidad: Leicester, campeón por primera vez en un torneo al que además le sobraban dos jornadas.

Evidentemente todos los reflectores iban para Vardy o N’Golo Kanté o Mahrez o el capitán jamaicano, Wes Morgan. Pero Ulloa fue fundamental para que Leicester peleara y se llevara el galardón: jugó 29 partidos de Premier, es decir que sólo no participó en nueve, anotó seis goles y dio tres asistencias. Al final del torneo completó 966 minutos y celebró con justa razón la conquista, luego de pelearla seis años en Europa.

"Me siento orgullosísimo de haber formado parte de ese equipo, y disfruto cada vez que mencionan que ese grupo hizo historia", declaró el argentino. 

En un cuento de hadas sin comparación, un equipo que hacía 7 años estaba en tercera división, lograba una gesta histórica. Compitió toda la temporada con una regularidad que asombró a todos, porque todos esperaban que se cayera.

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