Semana Santa: proyectan un mayor consumo de carne que de pescado
Un informe de la Fundación Latinoamericana de Sostenibilidad Pesquera destacó que el consumo de pescado en Argentina disminuyó un 26% en los últimos tres años.
18/04/2025 | 11:13Redacción Cadena 3
Un informe de la Fundación Latinoamericana de Sostenibilidad Pesquera reveló que, durante esta Semana Santa, se proyecta un mayor consumo de carne vacuna en Argentina en comparación con el de pescado.
Este dato sorprende, ya que tradicionalmente se asocia esta fecha con el aumento en la venta de pescado.
"Las ventas bajaron un poquito, la gente puso el pescado en plazo fijo, es decir, en el freezer", dijo un vendedor a Cadena 3. Reconoció que la concurrencia disminuyó aunque el movimiento sigue siendo aceptable.
En contraste, la venta de carne parece tener un repunte significativo. "El día de hoy, después de la lluvia, estaba entrando mucha gente, me sorprendió ", dijo un carnicero a este medio desde el Mercado Norte. También confirmó que hay un aumento en la venta de carne en comparación con otros años, un cambio notable en los hábitos de consumo.
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Cambio de hábitos. Fin de una tradición de Semana Santa: se compra menos pescado y más carne
Así lo aseguraron a Cadena 3 los vendedores del Mercado Norte, en Córdoba.
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El informe de la Fundación Latinoamericana de Sostenibilidad Pesquera también destacó que el consumo de pescado en Argentina disminuyó un 26% en los últimos tres años, alcanzando un promedio de cinco kilos anuales por habitante, muy por debajo de otros países de la región. En Chile, el consumo per cápita es de 13 kilos, mientras que en Brasil y México es de 11 kilos.
A pesar de que el precio del pescado es más accesible que el de la carne vacuna, con el kilo de merluza oscilando entre $8.000 y $10.000 y el kilo de bola de lomo a $15.000, los argentinos parecen haber cambiado sus hábitos.
La pregunta que surge es si este cambio se debe a razones económicas o a una transformación en las costumbres alimenticias, especialmente durante la Semana Santa.
El informe invita a la reflexión sobre si los ritos de abstinencia de la Iglesia Católica siguen siendo observados por la población. La tendencia general parece indicar que muchos han dejado de lado estas prácticas, lo que se refleja en las estadísticas de consumo.
