La escuela no es un lugar para divertir, es un espacio para aprender con alegría

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La psicopedagoga Liliana González abordó en Cadena 3 la afirmación de que los docentes han pasado de educar a divertir a los alumnos. Sostuvo que esta idea surge del aburrimiento que sienten muchos chicos en la escuela. "La función de la escuela no es divertir, los docentes no son animadores", afirmó.

González destacó que aprender siempre requirió esfuerzo y constancia, y que la pedagogía de la diversión actual podría disminuir el nivel académico. "Muchísimos chicos dicen que en la escuela se aburren y que los docentes son aburridos", expresó. 

La educadora propone que el aburrimiento se debe a un síntoma de la época y no a la naturaleza de la educación.

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La clave, según González, radica en la alegría y no en la diversión. "El secreto de un aula con alegría tiene mucho que ver con la verdad", dijo. Enfatizó que un docente apasionado y un alumno motivado son esenciales para un aprendizaje fructífero. "Si el docente tiene buena onda, ya ahí está mucho asegurado".

"Ningún chico nació para estar encerrado cuatro o ocho horas en la misma aula", señaló.

González concluyó en que es fundamental restaurar el rol del docente y que la familia eduque a los chicos en el respeto. "El clima del aula está generado por los alumnos y por el docente que trae su bagaje emocional y académico", afirmó.

La educación debe ser un espacio de desafío intelectual y no un mero entretenimiento. "Hay que llevarles cosas que desafíen sus inteligencias", señaló González, enfatizando que el aprendizaje no debe ser solo memorizar, sino también reflexionar y debatir.

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