Quince años del femicidio de Marianela Rago: un crimen que sigue presente

El 27 de junio de 2010 se perpetró el asesinato de Marianela Rago, una joven de 19 años, ocurrido en su departamento en el barrio de Balvanera. La tragedia se recuerda a 15 años del crimen, tras el cual aún no se ha recuperado el arma blanca utilizada por su exnovio, Francisco Amador, para llevar a cabo el atroz acto.

El descubrimiento del cuerpo de Marianela se produjo al día siguiente, cuando su hermano la halló en el dormitorio, evidenciando signos de un ataque extremadamente violento, con 23 puñaladas y un degollamiento que reflejaron la brutalidad del crimen. Al investigar la escena del asesinato, también se constató la falta de su celular, una notebook, una cámara y el cuchillo que se utilizó en el femicidio.

Trece años después del trágico suceso, la Justicia dictó una condena a prisión perpetua para su exnovio, reconociendo el homicidio como agravado por ensañamiento y alevosía. La sentencia fue emitida por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 29 el 29 de noviembre de 2023, lo que resultó en su inmediata detención.

Durante el transcurso del juicio, el fiscal Sandro Abraldes puso de manifiesto que Amador poseía antecedentes de violencia de género hacia la joven y que actuar con intenciones de causar sufrimiento. Se presentaron más de 170 comunicaciones entre ambos, así como testimonios que evidenciaban maltrato, peritajes que colocaron al acusado en las inmediaciones del lugar y momentos previos al crimen, junto a lesiones que apuntaban a la posible defensa de la víctima.

La defensa argumentó que no existían pruebas directas del delito, apuntando que los perfiles genéticos encontrados en colillas y otros objetos no coincidían con Amador, así como que el arma homicida nunca fue hallada. Además, se planteó la posibilidad de que hubiese intervenido un tercero en el crimen, dado el robo de objetos personales de la víctima.

El tribunal evaluó que el acusado llevó a cabo el asesinato de Marianela con meticulosidad y una violencia extrema, desestimando la participación de otras personas en el acto. La autopsia corroboró que la joven intentó resistirse y falleció desangrada a causa del corte en el cuello, además de haber sufrido abuso sexual.

Contrario a lo que se podría pensar, Amador no fue enjuiciado inmediatamente tras el crimen, ya que fue detenido en 2010 y sobreseído en cinco ocasiones. En 2018, la Cámara revocó el último de los fallos y ordenó su procesamiento, convirtiéndose el juicio oral en realidad en septiembre de 2023, donde la querella solicitó la máxima pena desde el principio.

Finalmente, aunque el caso fue calificado como homicidio agravado, se consideró un femicidio relacional, dado que la figura legal de femicidio todavía no existía en el Código Penal al momento del hecho.

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