Martes 13, el día perfecto para ver películas de terror

El miedo al 13 es tan universal que hasta tiene una palabra para definirlo: triscaidecafobia. En nuestros pagos mucha gente le tiene idea a los martes 13 y en los países anglosajones, en cambio, trasladan la misma sensación al viernes 13. Los auténticos supersticiosos les temen a ambos y ensayan un verdadero arsenal de conjuros para alejar la mala suerte.

El cine vive de ese tipo de inquietudes, las agita y potencia y alimenta cada año un género, el de terror, que figura entre los más populares desde que los Lumiere dieron el puntapié inicial para la creación de una industria que no para de crecer. En homenaje a la fecha y para empezar por el principio, está “Viernes 13” (1980) de Sean S. Cunningham que los canales de cable suelen programar en días como estos.

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La historia se inicia en 1957 cuando un niño llamado Jason se ahoga en un lago, cerca del campamento Crystal Lake. Un año más tarde dos personas son misteriosamente asesinadas en ese lugar. En 1980 un pariente de los propietarios originales reabre el lugar con la ayuda de algunos asistentes que sufren, rápidamente, un tipo de muerte atroz. Inmediatamente los pobladores concluyen que el responsable de esos crueles homicidios es Jason, que se ha escapado de la tumba en busca de venganza.

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En el elenco figuran Kevin Bacon, Adrienne King, Betsy Palmer y Tom Savini, entre otros. La película inauguró una prolífica saga que en este caso incluye 7 filmes a pesar de que el cuarto se llama “Capítulo Final”. Los críticos han lapidado algunas de las aventuras de Jason y castigado a sus responsables, pero a los fanáticos no les importa nada y disfrutan como chicos de la adrenalina que provoca Jason apareciendo detrás de un árbol, de una cortina o emergiendo del lago que fue su tumba.

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Netflix se ganó el agradecimiento de los lectores de las novelas de R. L Stine-una especie de Corin Tellado del género de terror al poner a su disposición la trilogía de “La calle del terror”. El relato sigue la historia siniestra de Derry Shadyside. En 1994 un grupo de adolescentes descubre que hay una conexión entre terribles sucesos que durante años han atormentado a los pobladores del lugar y, lo que es peor aún, que es probable por algunos detalles que ellos sean los próximos objetivos.

La trilogía fue dirigida por Leigh Janiak, responsable “Honeymoon” (2014) y director de varios de los capítulos de series como “Scream”, “Outcast” y “Panic”.La mejor publicidad con la que podían soñar los productores de los tres films les llegó del autor de los libros, R.L. Stine. “He visto la trilogía y puedo decir que el susto y los fritos son más de lo que esperaba-dijo-; es muy divertido ver cómo cobran vida los horrores de Shadyside”.

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Para los que disfrutan de un terror un poco más sutil del que pueden ofrecer personajes que te persiguen con una motosierra en ristre, Netflix también tiene a “Los Huéspedes” M. Night Shyamalan, el exitoso director de “Sexto sentido”, “Señales” y “El Protegido”. La narración es sencilla hasta que se complica de buenas a primera. Una madre deja a sus dos hijos al cuidado de sus abuelos , propietarios de una solitaria granja en los confines de Pensilvania.

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Los chicos descubrirán pronto la inquietante historia de sus abuelos y lo difícil que es alejarse de una vivienda donde reina el terror. En el reparto están Olivia DeJonge, Ed Oxenbould, Deanna Dunagan, Peter McRobbie,, Celia Keenan Boiger y Patch Darragh.

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La siguiente película que no deberían perderse los amantes del terror es “Mamá”, una producción canadiense dirigida por el argentino Andy Muschietti disponible en Netflix.

Cinco años atrás, el mismo día que su madre fue asesinada, las pequeñas Victoria y Lilly desaparecen en el bosque. Intensamente buscadas por su tío Lucas (Nikolai Coster Waldau) y su novia Annabel (Jessica Chastain) son encontradas unos años después en una cabaña donde viven aisladas .

Las niñas son recuperadas por sus tíos que al poco tiempo descubrirán que algo o alguien misterioso se ocupa de arroparlas cada noche.