César Litvin: "El sistema tributario actual afecta y boicotea la competitividad"

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Tras el triunfo de La Libertad Avanza en las elecciones nacionales, el Gobierno redactó las reformas laboral y tributaria, con la intención de presentarlas en diciembre en la Cámara de Diputados. Los proyectos se tratarán con la nueva conformación legislativa, donde el oficialismo nacional tendría un tercio en ambas cámaras, acercándose al número necesario para aprobar leyes sin depender de la oposición.

El tributarista César Litvin afirmó en diálogo con Cadena 3 que el sistema tributario argentino es una asignatura pendiente que afecta y boicotea totalmente la competitividad. "Hoy en la Argentina, entre impuestos nacionales, provinciales y municipales, hay 154 tributos vigentes", señaló, destacando que esto forma parte del federalismo fiscal, donde nación, provincias y municipios tienen potestades para cobrar y reducir impuestos y alícuotas.

Litvin indicó que existe una alta presión fiscal efectiva sobre los contribuyentes que pagan, lo que genera alta informalidad y evasión. "Cuanto más alta es la presión fiscal, más tentado a la evasión está el contribuyente", explicó. En ese sentido, consideró bien orientada la propuesta presidencial de reducir la cantidad de impuestos y alícuotas, eliminando los más distorsivos para la actividad económica.

En el orden nacional, mencionó las retenciones a las exportaciones como un impuesto nocivo que afecta la competitividad. "Ninguno de los países con que competimos lo tienen: no lo tiene Brasil, no lo tiene Chile, no lo tiene Uruguay, no lo tiene Paraguay. Solo 12 países, y son países del tercer mundo los únicos que tienen este impuesto", precisó, agregando que su eliminación haría más competitiva a la Argentina en el exterior con todos sus productos.

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Otro impuesto distorsivo es el de débitos y créditos bancarios, conocido como impuesto al cheque, que nació por un año y cumplió 24 años en marzo. "Se cobra cuando se debita y cuando se acredita una cuenta bancaria", detalló.

Litvin advirtió que no alcanza con una reforma tributaria nacional: debe haber orientación en el mismo sentido a nivel provincial y municipal. El peor impuesto es Ingresos Brutos, con recaudación del 4,1% del PBI, que casi se duplicó en los últimos 20 años. "Es el más distorsivo de todos porque es plurifásico, se va acumulando, afecta en efecto cascada, acumulativo", afirmó. 

El tributarista propuso un pacto fiscal efectivo con provincias y municipios para bajar Ingresos Brutos y tasas municipales, que generan superposición obscena de impuestos sobre el mismo bien: IVA nacional, Ingresos Brutos provincial y tasas de seguridad e higiene municipal.

Recordó el consenso fiscal de 2018 en el gobierno de Mauricio Macri, donde provincias se comprometieron a bajar gradualmente Ingresos Brutos, pero incumplieron sin sanciones. "Con el codo borraron que habían firmado uno o dos años antes con la mano", dijo, y cuando asumieron Alberto Fernández y Cristina Kirchner, derogaron el pacto, dando cheque en blanco a provincias y municipios.

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También explicó que una baja de impuestos en el mediano plazo genera más recaudación vía mayor actividad económica. "Hoy todo este traspaso de dinero del sector productivo al sector público genera menos inversiones y un círculo vicioso de menos inversión, menos empleo. La idea es hacerlo virtuoso: menos impuestos, más inversión, más empleo, más consumo, más actividad económica", sostuvo.

Respecto al tiempo para acomodar la economía con reformas tributaria, previsional y laboral, citó el ejemplo de Irlanda, que tardó 10 años en superar una crisis profunda con baja de impuestos y acuerdo entre empresarios, sindicatos y gobiernos. "En la Argentina, en mucho menos tiempo puede ser un país con alto crecimiento. Ya creo que el 2026 va a tener crecimiento, y si las reformas estructurales son de buena calidad de leyes, en los próximos 10 años Argentina va a tener un crecimiento inusitado, mucho antes", proyectó.

En lo urgente, priorizó un acuerdo con provincias y municipios para atacar Ingresos Brutos y tasas municipales cobradas por ingresos en lugar de costo prestacional. También propuso una reforma judicial en juzgados provinciales y municipales para que el contribuyente obtenga medidas cautelares con efectos suspensivos, sin pagar para discutir impuestos absurdos.

"Para ser efectivo tiene que acordar con provincias y municipios cómo recaudan, qué recaudan y qué impuestos recaudan que no tengan tantas distorsiones", enfatizó. Criticó situaciones naturalizadas como cobrar tasas por servicios no prestados, incluirlas en boletas de servicios, o gravar créditos hipotecarios en Bienes Personales.

Por último, Litvin dijo que se necesita una reforma tributaria estructural, no parches, junto a una laboral moderna, con acuerdos estrictos entre sectores, incluyendo gobernadores, con severas sanciones por incumplimiento para evitar una marchas atrás.

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Entrevista de "Siempre Juntos".

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