Cómo nació el hockey sobre hielo en Ushuaia y logró conquistar el fin del mundo
Desde la llegada de José Luis Tibaudin en 1979, el hockey sobre hielo en Ushuaia ha crecido gracias al esfuerzo de muchos. Hoy la Copa Fin del Mundo destaca el compromiso y la dedicación de la comunidad local.
28/07/2025 | 09:12Redacción Cadena 3
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La Argentina Posible
En 1979, José Luis Tibaudin llegó a Ushuaia con la misión de enseñar hockey sobre hielo durante una semana. Lo que no imaginaba es que esa breve visita marcaría el inicio de una historia de amor con la ciudad, el deporte y su gente, que continúa más de cuatro décadas después.
Todo comenzó como una iniciativa oficial: las autoridades del deporte de Tierra del Fuego buscaban impulsar actividades vinculadas al clima extremo del sur argentino. Así construyeron una pista de 60 por 30 metros al aire libre y contactaron al Club de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, donde desde 1954 se practicaba hockey sobre hielo, una rareza en el país. De esa institución viajó un grupo de jugadores, entre ellos, Tibaudin.
Patinaje en la Bahía Encerrada. Posiblemente 1977 (Foto: gentileza de José Luis Tibaudin)
“Me enamoré del lugar y me quedé”, recuerda José Luis en diálogo con Cadena 3. Durante dos inviernos, trabajó para despertar el interés de los jóvenes fueguinos por este deporte tan poco conocido en el país.
Desde entonces, el camino no fue sencillo. El hockey sobre hielo tuvo un largo paréntesis entre 1981 y 2003, luego de que el lugar natural donde se practicaba, la Bahía Encerrada, dejara de congelarse de forma segura. Pero en 2000, una nueva etapa comenzó gracias al Club Andino Ushuaia, que recuperó una laguna natural para patinar, gestionando permisos y mantenimiento del hielo. Dos años más tarde, el proyecto se revitalizó con el apoyo de un entusiasta clave: un técnico argentino de una pista de hielo en Buenos Aires que ofreció su ayuda y reactivó la actividad local.
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Patinaje recreativo en Laguna del Diablo (Foto: gentileza de José Luis Tibaudin)
El gran salto llegó con el desembarco de Matthew Meinzer, un entrenador norteamericano que no solo potenció el nivel de los jugadores, sino que también instaló en Ushuaia una fábrica de palos de hockey. “Él es como un argentino que enseña fútbol en Estados Unidos. Conoce el deporte desde muy chico, tiene experiencia, técnica y pasión. Eso hizo que el nivel creciera muchísimo”, valora Tibaudin.
Hoy, la llamada Copa Fin del Mundo reúne a los tres clubes locales en una competencia vibrante. Los equipos patinan con destreza, dominan el disco y demuestran un juego de pases atractivo. “Lo que se ve ahora es fruto de muchos años de trabajo colectivo. Yo dejé la dirigencia en 2012, y mucha gente tomó la posta y lo hizo crecer”, señala José Luis con orgullo.
Inicios de Hockey infantil en Laguna del Diablo 2007 (Foto: gentileza de José Luis Tibaudin)
Aunque el hockey sobre hielo sigue siendo una actividad minoritaria en Argentina, la semilla plantada en el sur dio frutos sólidos. Mientras tanto, en otras provincias como San Juan, Mendoza y Mar del Plata, el hockey en línea —versión sobre ruedas— tiene una fuerte presencia, pero no es lo mismo.
“Es muy raro en Argentina, pero sigue vivo gracias al esfuerzo de muchos. Y ahora, con la ayuda de personas como Matt, la historia continúa”, manifestó.
Entrevista de Claudio Giglioni y Fernando Genesir.
