El desafío de Macri de volver a ser Macri

Sergio Suppo

Hasta hace poco, Macri era la referencia obligada cuando se hablaba de los partidos políticos que se oponían al kirchnerismo. Su experiencia como candidato en 2015 fue exitosa; logró construir un espacio político que, a través de alianzas que en su momento parecían impensadas, le permitió vencer a Daniel Scioli en una elección ajustada. Sin embargo, su gestión al frente del gobierno no fue bien recibida por los argentinos, quienes decidieron regresar al kirchnerismo bajo la presidencia de Alberto Fernández y con Cristina Kirchner como vicepresidenta. Esta es una historia que ya conocemos, con un desenlace que también resulta lamentable.

La decisión del año pasado de saltar la grieta entre el macrismo y el kirchnerismo trajo a Javier Milei al poder, un candidato que, aunque nuevo en la política, logró captar una parte significativa de los votos del macrismo. Es importante aclarar que no todos los votos de Milei provienen del macrismo, ya que también ha logrado atraer a sectores marginados que históricamente fueron ignorados por el peronismo. Sin embargo, el núcleo duro de su apoyo proviene de los votantes de Macri, quienes le otorgaron una sólida base en las elecciones.

Durante la campaña electoral, Macri legitimó a Milei, lo que afectó a otros candidatos de Juntos por el Cambio, como Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Es cierto que los votantes ya tenían inclinaciones hacia Milei, pero la figura de Macri fue clave en este proceso. A pesar de esto, Milei le ha cerrado las puertas a Macri en términos de cogobierno, una decisión que fue comunicada a través de su hermana, Karina Milei, y su asesor Santiago Caputo.

En este contexto, Macri busca redefinir su espacio político, ya que una parte del PRO se ha alineado con Milei y otros dirigentes se acercan al radicalismo o al peronismo federal. Mientras tanto, algunos dirigentes del PRO se han reunido con Macri en su relanzamiento como presidente del partido, lo que demuestra que aún hay intentos de consolidar su influencia.

Sin embargo, la pregunta que persiste es: ¿dónde están realmente los votantes que alguna vez apoyaron a Mauricio Macri? ¿Logrará retenerlos en el futuro electoral? Esta es una inquietud que, aunque puede parecer distante para muchos argentinos que enfrentan problemas más cotidianos, es de suma importancia para los dirigentes políticos. Por ello, Macri se apresura en buscar una nueva posición, una que ha perdido en gran parte por responsabilidades propias.