Francisco y los patriarcas: la vocación de diálogo entre las Iglesias
Consciente de las dificultades históricas y teológicas, Francisco aportó por una visión de fraternidad que permitirra construir puentes.
21/04/2025 | 06:02Redacción Cadena 3
Desde el inicio de su pontificado en 2013, el papa Francisco hizo del diálogo interreligioso y ecuménico una de sus principales banderas.
En este camino, la relación con los distintos patriarcas del cristianismo fue clave en su intento por acercar posturas, sanar heridas históricas y avanzar en la unidad de los cristianos.
Un vínculo histórico con Bartolomé I
El patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, fue uno de los principales aliados de Francisco en su búsqueda de unidad cristiana.
Su relación se caracterizó por una profunda amistad y una agenda común en temas como el cuidado del medioambiente y la promoción de la fraternidad entre las religiones.
Ambos participaron juntos en diversos encuentros, entre los que se destaca la histórica visita a la isla de Lesbos en 2016 para visibilizar la crisis de los refugiados.
En múltiples ocasiones, Bartolomé I manifestó su apoyo a las iniciativas del pontífice, y Francisco ha correspondido con gestos como la participación en encuentros ecuménicos y la insistencia en la importancia del diálogo con la Iglesia ortodoxa.
Este acercamiento fue visto como un paso significativo en el camino hacia la reconciliación de las Iglesias de Roma y Constantinopla, separadas desde el Cisma de 1054.
El histórico encuentro con Kirill
Uno de los hitos del pontificado de Francisco fue la reunión con el patriarca Kirill de Moscú en La Habana, en 2016.
Se trató del primer encuentro entre un papa y un patriarca ruso en casi mil años. El evento generó grandes expectativas sobre una posible cooperación entre ambas Iglesias y un avance en el acercamiento entre católicos y ortodoxos rusos.
Sin embargo, la relación con Kirill se tensó drásticamente desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022.
Francisco condenó la guerra en múltiples ocasiones, mientras que Kirill respaldó la política de Vladimir Putin, lo que provocó un distanciamiento evidente entre ambos líderes.
El desafío de la unidad con otras Iglesias ortodoxas
Además de Constantinopla y Moscú, Francisco buscó tender puentes con otras Iglesias ortodoxas, como la griega, la serbia y la copta.
En 2017, viajó a Egipto para reunirse con el patriarca copto Teodoro II, en un gesto de acercamiento con una comunidad que sufrió múltiples atentados y persecuciones en los últimos años.
También mantuvo un contacto estrecho con el patriarca de la Iglesia ortodoxa de Grecia, Jerónimo II, con quien coincidió en la visita a Lesbos.
Este tipo de encuentros reforzó el compromiso del papa con la unidad de los cristianos y la defensa de las comunidades más vulnerables.
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We extend our heartfelt condolences to Catholics around the world on the passing of Pope Francis.
— B'nai B'rith Intl. (@BnaiBrith) April 21, 2025
Particularly during this season of profound religious significance to both our communities, B’nai B’rith expresses sorrow over the grief of our friends and partners throughout the… pic.twitter.com/2M8txP62Om
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¿Hacia una verdadera unidad cristiana?
El camino ecuménico impulsado por Francisco tuvo avances significativos, pero también obstáculos considerables.
Mientras que su relación con Bartolomé I se ha consolidó como un eje central de su estrategia, el vínculo con Kirill se ha visto afectado por las tensiones geopolíticas.
A pesar de ello, Francisco insistió siempre en que la unidad cristiana era un objetivo que debía ser perseguido con paciencia y perseverancia.
