El especialista en educación Mariano Narodowski apoyó en diálogo con Cadena 3 la decisión de las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de descartar cualquier tipo de evaluación numérica o de concepto a los alumnos sobre los contenidos que les fueron impartidos por sus docentes en el periodo de la cuarentena.
“No se mide la enseñanza de los alumnos; se evalúa, pero no se mide”, subrayó.
Naradowski explicó que el valor sobre el trabajo que realizan los alumnos, es una medida o un concepto, pero que en este momento “no tiene sentido porque el punto de partida de los alumnos es distinto y no se puede medir”.
“Si medimos el desempeño del alumno medimos su nivel de conectividad, si tiene una casa con buena iluminación, tranquila, si sus padres lo pueden ayudar porque tienen estudios, si no hay problemas económicos y entonces no hay angustia, ni ansiedad, y si tiene los dispositivos adecuados. Por eso me parece correcta la medida de los gobiernos de dejarla para más adelante y mientras valoramos y hacemos una devolución”, argumentó.
De este modo, apoyó la iniciativa de no traducir en calificaciones numéricas lo alcanzado por los estudiantes porque consideró que, de hacerlo, “la mitad estaría reprobado porque la mitad no tienen conectividad”.
Sin conectividad, es muy poco lo que pueden hacer por lo cual sería absurdo
“Sin conectividad, es muy poco lo que pueden hacer por lo cual sería absurdo y por eso tenemos que ser cuidadosos con estas situaciones nuevas y manejarlas lo mejor posible”, planteó.
“La calificación forma parte de la evaluación, pero la calificación es un número y la evaluación un concepto que cuando lo traducimos estamos calificando”, aclaró.
En este marco, manifestó que “lo que pasa es que nosotros estamos acostumbrados a confundir una cosa con la otra, pero no son parte del mismo proceso y hay que modificarlo”.
Respecto al ciclo lectivo sostuvo que todo dependerá del tiempo que lleve volver a clases. “Si volvemos en agosto es un escenario con cuatro o cinco meses, si es más adelante las cosas se complican y tenemos que ver si logramos enganchar el ciclo 2020/2021 y que se puedan promover los dos en uno el año que viene”, agregó.
“No hay recetas y si no promocionan y tienen que repetir muchos chicos – porque muchos no están conectados- tendríamos después un problema porque no tendríamos vacantes para los nuevos”, vaticinó.
Si el 50% se queda en primer grado los que están en preescolar no podrían ingresar a la escuela. Tenemos problemas pedagógicos y de infraestructura edilicia y dentro de ese margen hay que tomar decisiones
En este escenario, el especialista acordó con el criterio de “no bajar la calidad educativa”, pero advirtió que “el tema es ver cómo adaptarnos a una situación que nadie sabe cómo resolverla de antemano”.
“Tenemos que generar respuestas a medida que avanzamos”, sentenció.
“Una de las cosas es garantizar conectividad para todos los estudiantes, ese es un problema técnico y de dinero. Muchos firmamos carta dirigida a las empresas de telecomunicaciones para que abran el grifo de Internet en los barrios populares. Eso se puede hacer es difícil, tiene costo económico, pero hay que sacarlo adelante”, comentó.
Hoy la prioridad es que los chicos estén conectados
“Trabajamos en ver cómo resolver eso técnicamente y encontrar una tecnología superadora entre la casa y la escuela. Hay cosas que se pueden hacer, algunas se están haciendo y sobre la marcha hay que ir resolviendo”, concluyó.
En cuanto al nivel universitario aseguró que “hay varias disciplinas que tienen la capacidad para desarrollarse online con una buena plataforma y conectividad, porque no hace falta que un adulto los acompañe porque los adultos son los alumnos”.
“Son autónomos, la universidad no es obligatoria, es voluntaria y con una buena plataforma se puede trabajar en muchas disciplinas”, indicó.
Por último destacó el trabajo que se ha realizado dentro del sistema educativo en medio de la pandemia por el coronavirus y consideró que aunque no fue lo ideal “fue lo mejor posible”.
Hicimos lo mejor posible, está lejos de lo ideal, pero en el aislamiento los docentes nos arremangamos y comenzamos a trabajar, los padres acompañan y los alumnos hacen lo que pueden
“Al principio hubo algo muy bulímico de hacer-hacer-hacer, y hoy ya está pasando y se van construyendo mejores alternativas”, valoró.
“Lo que pedimos a las mamás, a las que tienen más estudios, es que tratemos de acompañar a los docentes. Que no nos pongamos ansiosos, supercríticos. Acá no hay ganancias o pérdidas, es una situación de emergencia y construimos los mejores escenarios posibles”, cerró.
Entrevista de Fernando Genesir.
