Papá de Mateo Aguirre: "Ruiz Moreno mató de nuevo a mi hijo"

Neder Aguirre, el padre de Mateo, se mostró indignado tras las sentencias, que dejaron en libertad a los dos conductores de la picada en la que falleció su hijo de 8 años.

"No puede ser que tengamos esta Justicia. Para qué nos hacen esperar 7 u 8 horas para decir esto. Teníamos la esperanza de que los jueces pensaran de otra forma", se lamentó.

"Quiero pedir perdón por lo que pasó en la sala de audiencia, por los gritos, pero nos sentimos muy desprotegidos, muy tristes, muy hartos de todo este manoseo que nos están haciendo. Es ya una violación, porque no puede ser que estemos peleando hace cinco años por la muerte de nuestro hijo, tratando de demostrar que hubo una picada, que mataron a un niño y que hubo un encubrimiento por parte de la Policía", lamentó en diálogo con Cadena 3. 

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Y explicó con un sencillo ejemplo cómo se sintieron con su familia: "Soy carnicero y cuando veo que viene una mujer muy harta de vivir, del trajín de su familia, viene enojada y hasta con ganas de separarse. En esos casos yo les digo que les doy dos morcillas, para que se tranquilice, y que después me compre lo que quiera". 

"Eso hizo el fiscal. nos regaló la morcilla y después me hizo lo que quiso, nunca pensó en Mateo, nunca se puso en nuestros zapatos", lanzó. 

Y siguió: "No puede ser que los asesinos de mis hijos queden en libertad. Y todo porque dice que siguió conduciendo alocadamente después de la picada, pero la picada terminaba 10 metros después de donde estaba Mateo".

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"Mateo murió hace cinco años, pero quedaba una lucecita de que estaba con nosotros para hacer Justicia. Ruiz Moreno, el día 25 cuando hizo el acuerdo con el abogado de Ghione y Pérez, ahí lo volvió a matar a Mateo, volvió apagar esta luz que tenía nuestro hijo", agregó conmocionado. 

"Ahora tengo una hija devastada, a mi esposa sin poder levantarse de la cama y yo tengo que criar a dos niños porque gracias a Dios, Mateo nos dio la fuerza para seguir con nuestra familia", concluyó. 

Entrevista de Miguel Clariá.