Leandro, hermano de Joaquín Pérez: "Nada cambió, está todo muy difícil y empeoró la situación"

El asesinato de Luciano Muscio generó nuevamente conmoción en Rosario. La familia del joven se unió a la de Joaquín Pérez, el arquitecto de 34 años asesinado en zona norte el año pasado, y juntas convocaron a una marcha a realizarse este miércoles, desde las 18.30, en Juan B. Justo y Alberdi.

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“Nos une el dolor es el lema de la Asociación de Víctimas de la Inseguridad”, contó Leandro, el hermano de Joaquín, en Radioinforme 3, por Cadena 3 Rosario. “Nada cambió, está todo muy difícil y empeoró la situación”, sostuvo.

“Nos reunimos muchas veces con Perotti, Javkin, que nos aseguraron que iban a hacer todo para que las cosas cambien. Referentes del poder legislativo y judicial también plantearon promesas. Vivimos con miedo, zona norte es tierra de nadie. Se ven más patrullas, pero el crimen está y cada vez más”, reveló Leandro.

Y, en torno a la muerte de su vecino, relató: “Estamos consternados por el asesinato de Luciano Muscio y de tantos otros que no tienen tanta notoriedad, pero dejan un tendal de dolor en amigos y familiares. Luciano y otros vecinos fueron los primeros en asistir a mi hermano, cuando con dos tiros en el pecho desvaneció en la puerta de mi casa. Ellos lo asistieron a él y a nosotros”.

“Ver lo que le pasa a la familia de Muscio es reavivar lo que nos pasa a nosotros. Es ver como otra familia del barrio está invadida por el dolor y el sufrimiento”, agregó.

Sin cambios y con miedo

Las sucesivas protestas y las muestras de indignación por la absurda muerte del joven arquitecto no modificaron el esquema de una ciudad que es récord en crímenes. Los vecinos de zona norte conviven con el delito.

“La semana pasada fuimos robados repetidamente. Al hacer la denuncia los policías se encogen de hombros y nos dicen ‘no podemos hacer nada’. Pero los criminales sí pueden hacer: hacen de todo, nos amedrentan y nos matan”, reclamó Leandro.

Además, pidió empatía y que la gente se involucre para cambiar esta realidad. “Gran parte del problema que estamos teniendo es que los vecinos de Rosario y Santa Fe no nos estamos dando cuenta de lo que nos está pasando. Vivimos con miedo. No digo de salir a destrozar la ciudad, pero sí reclamar”, exhortó, y sentenció: “Si no empezamos a quejarnos, los que están arriba están cómodos”.

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