Gobierno de Chile anuncia que polémica cárcel especial para represores se convertirá en penal común

SANTIAGO (AP) — El presidente de Chile, Gabriel Boric, anunció el lunes que una controvertida cárcel que alberga a más de un centenar de condenados por violaciones de los derechos humanos en la época de la dictadura militar será convertida en un presidio común.

La cárcel especial de Punta Peuco, ubicada en las afueras de Santiago, alberga actualmente a más de 130 prisioneros, en su mayoría ancianos cuya edad promedio ronda los 80 años y quienes han sido condenados por crímenes de lesa humanidad cometidos durante los años del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990).

"La Contraloría ha tomado razón del decreto por el cual Punta Peuco deja de ser un penal especial y pasa a ser definitivamente un penal común, a disposición, por tanto, de las necesidades del país, en particular en el contexto del desafío que enfrentamos en materia de seguridad", dijo el mandatario en una rueda de prensa en el Palacio de La Moneda.

Boric ya había adelantado los planes de su administración de convertir a la cárcel especial, construida en 1995, en un complejo penitenciario común en su última cuenta pública, el pasado junio, al considerar que "Chile mantuviera un penal especial como este no tiene justificación".

Con la iniciativa, Punta Peuco —apuntada por agrupaciones de derechos humanos como un espacio de privilegio para los victimarios de crímenes de lesa humanidad— dejará de estar dedicada exclusivamente a los condenados por violaciones a los derechos humanos y pasará a operar como un penal común y corriente, sujeto a los criterios generales del sistema penitenciario.

"Desde hoy, en Chile no existen presos de primera y segunda categoría", afirmó Boric. "Las plazas van a ser distribuidas según criterios de seguridad y ya no de privilegio".

En ese sentido, explicó que en los próximos meses se llevarán a cabo una serie de obras, entre ellas la habilitación de módulos de reclusión y la construcción de un espacio de visitas y una oficina técnica, a fin de acomodar a los nuevos internos, que podrían ser trasladados a partir del inicio del año que viene.

La medida, agregó, busca mejorar la infraestructura carcelaria del país y aliviar el hacinamiento de las cárceles.

"Cada esfuerzo por ampliar, mejorar la infraestructura carcelaria, aumentar las plazas es también una buena noticia en materia de seguridad", matizó Boric, quien deberá dejar el poder el próximo marzo ya que no puede concurrir en las elecciones presidenciales que Chile celebrará el próximo 16 de noviembre.

Según cifras oficiales, la dictadura dejó un saldo de más de 40.000 víctimas entre asesinados, desaparecidos, presos políticos y torturados.

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