"Diezmentes" publicó su segunda antología de cuentos "Donde todo pasa"

Por Giuliana Piantoni.

El proyecto de escritura emergente cordobesa "Diezmentes" publicó su segunda antología de cuentos, titulada "Donde todo pasa". El libro reúne una serie de historias diversas que exploran desde los deseos más retorcidos del cuerpo humano, hasta las profundidades de la mente. Y desnudez, de alma y de cuerpo. Y, como toda obra bien cordobesa, humor. Eso tampoco falta. 

Recomiendo leer con cuidado, porque algunas historias son de esas que tocan fibras sensibles. Pero tranquilo, no te vas a arrepentir.

Paul Auster afirmaba que la literatura es, esencialmente, soledad. Uno escribe y lee en soledad. Y sin embargo, existe al mismo tiempo en el acto de la lectura una comunicación entre dos personas que supera el tiempo y el espacio.

En ese sentido, Diezmentes -un conjunto de personas que disfrutan de escribir y compartir literatura- permite explorar una amplia variedad de perspectivas diferentes, todas radicadas a través de un cuento.

A través de esta antología de cuentos se proyecta una pequeña pero significativa porción de la experiencia colectiva en el universo cultural de Córdoba, una de las tantas formas que existen de dar cuenta de nuestro paso por el mundo.

No lo quiero poner "en difícil", pero, si la literatura es un cerebro que habla, y la mente es el lugar donde todo puede pasar, entonces la literatura es el arte de la ingeniería que diagrama y transmite esos universos.

En este caso, este es "nuestro" universo. Y digo nuestro, no porque haya participado de la escritura de este libro (aclaro, no es así) sino porque como cordobesa siento que la literatura que sale de mi provincia merece ser reconocida y sobre todo celebrada como toda expresión cultural que representa la unicidad de un pueblo.

Sí: todos podemos decir entonces que los cuentos de Diezmentes retratan, a partir de los vericuetos de la imaginación, “nuestro” universo.

Como dije la primera vez que me acerqué a este proyecto, estos cuentos (estas expresiones culturales) nos hace decir “Yo también. Yo también existo”.

Si después de leerlos alcanzás aunque sea un poquito de este sentimiento, con una pizca de asombro, curiosidad e imprevisibilidad, entonces vos también pudiste decir “yo existo”.

Ahora sí, querido lector, aclarado esto: a leer.

Giuliana Piantoni. 

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