Roma: otoño con lluvia, sol y sínodo

Alberto Roselli

El sínodo convocado por el papa Francisco que cumple su segundo octubre, ya promedia la tercera semana de trabajo de cuatro previstas y poco es lo que se va conociendo.

Quizás porque el año pasado presentaba un entusiasmo propio de loa nuevos desafíos, aunque desde el principio se dijo que se trataría lo referido a los nuevos modos de ser Iglesia en el mundo, abandonando los criterios rígidos y comprometiéndose en las realidades concretas, como las guerras, la pobreza creciente y el abuso institucionalizado.

Comprender y actuar en clave de servicio y constructora de puentes, en lugar de ser un ente estático, puramente doctrinal y tan milenario como extemporáneo.

El papa Francisco puso en jaque así a la misma estructura vaticana, promoviendo desde la misma base el concepto de que la misión consiste en hacer entre todos -sinodalidad- sumando coincidencias y aprendiendo de las diferencias, cada uno en su tarea, desde él mismo hasta el más lejano, pero siempre como un servicio a la humanidad, comparta o no la fe católica.

/Inicio Código Embebido/

Mirá también

Vaticano

El papa Francisco, a Villarruel: "A no aflojar y no perder el sentido común"

/Fin Código Embebido/

Por eso llamó la atención desde el inicio alguna lista de temas, como ordenar sacerdotes casados, respetar las culturas, o el papel de la mujer.

También el hecho de que este sínodo "de los obispos" deje se ser exclusivo y se hayan incorporado laicos y consagrados, hombres y mujeres, del mundo occidental y oriental con derecho a voz y voto.

En referencia a la participación de mujeres, hay una argentina muy respetada y calificada no sólo en las cuestiones teológicas sino también pastorales y prácticas que actualmente es secretaria del organismo latinoamericano que nuclea y orienta a las religiosas de América Latina.

La hermana Daniela Cannavina es religiosa capuchina de la Madre Rubatto. "Siento que el espíritu del sínodo es de fraternidad y de un gran deseo de renovar la fidelidad de todo el pueblo de Dios al Obispo de Roma, para que siga siendo garante de la unidad, de la comunión y de la sinodalidad de la Iglesia, y siempre en un proceso abierto", dijo a Cadena 3, presente en Roma.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Y añadió: "Por cierto que el camino latinoamericano y caribeño nos pone en gran condición de hermanos y ha favorecido grandemente este modo, este estilo de caminar, sea por la práctica de recepción continental del Concilio Vaticano II que llevamos a nuestras espaldas y que sigue siendo luz para el camino, sea por el trabajo previo que hemos realizado en preparación a este sínodo, o sea por haber abierto camino a una amplia participación que quedó plasmado en el sínodo para la Amazonía y en la celebración de la primera Asamblea Eclesial para América celebrada en México".

La hermana Cannavina también comentó a Cadena 3 que "hay una experiencia grande de escucha, de apertura" y que "estas actitudes ganan espacio en la medida en que ofrecemos disponibilidad y docilidad al Espíritu".

"Seguimos celebrando un sínodo cuando muchos países están en guerras y los pobres, los marginados y descartados siguen teniendo un lugar de privilegio en las reflexiones, reconociendo por cierto en ellos una presencia que ilumina y que interpela", concluyó.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/