A 100 días de asumir, Donald Trump mantiene al mundo en un sube y baja

Los primeros 100 días de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos estuvieron marcados por una política exterior agresiva.

Se centraron en el proteccionismo y la reconfiguración del comercio global, con aranceles que han desestabilizado mercados y relaciones diplomáticas. Internamente, su estilo caótico y la polarización limita su capacidad de implementar una agenda coherente, mientras que su popularidad ha disminuido.

La relación con Argentina y Milei destaca como un caso de alineamiento ideológico, pero con resultados inciertos debido a las limitaciones estructurales de ambos países y la naturaleza transaccional de Trump.

La disputa con universidades, aunque no central, refleja tensiones ideológicas que podrían escalar.

En conjunto, estos 100 días muestran un Trump fiel a su retórica disruptiva, pero con desafíos significativos para traducir su visión en resultados sostenibles.

Política exterior

Enfoque proteccionista y guerra comercial

La política exterior de Trump en sus primeros 100 días se caracteriza por un fuerte proteccionismo económico y una reconfiguración de las relaciones comerciales globales. 

Desde el inicio de su mandato, Trump implementó aranceles generalizados, comenzando con un 25% a importaciones de México, Canadá y un 10% a China a partir del 4 de febrero de 2025. 

Escaló posteriormente a un arancel universal del 10% para la mayoría de los países, incluido Argentina, y hasta un 125% para China tras tensiones bilaterales. 

Estas medidas, justificadas como una respuesta a prácticas comerciales desleales, buscan proteger la industria estadounidense y reducir el déficit comercial, pero han generado una "guerra comercial" con coletazos globales, afectando mercados financieros y cadenas de suministro.

Relaciones con América Latina

Trump adoptó un enfoque transaccional hacia América Latina, priorizando aliados ideológicos como Javier Milei (Argentina) y Nayib Bukele (El Salvador), mientras presiona a países como México y Colombia con aranceles para negociar políticas migratorias y de seguridad fronteriza.

En Venezuela, el enviado Richard Grenell se reunió con Nicolás Maduro, un movimiento sorpresivo que generó especulaciones sobre posibles negociaciones, aunque funcionarios estadounidenses negaron concesiones.

Este giro sugiere una política pragmática, menos enfocada en la ideología interna de los países y más en contrarrestar la influencia china y el tráfico de fentanilo.

Tensiones con aliados tradicionales

Las relaciones con aliados históricos, como Canadá y la Unión Europea, se han deteriorado significativamente.

En Canadá, los aranceles y disputas sobre la soberanía del Ártico han elevado la percepción de Trump como un "enemigo" al 64% entre los canadienses.

En Europa, los aranceles del 25% a importaciones y las críticas a la OTAN han generado fricciones, especialmente en Dinamarca, tras comentarios sobre Groenlandia.

Estas tensiones reflejan una política exterior que prioriza los intereses estadounidenses sobre el multilateralismo.

Presión a Ucrania

En sus primeros 100 días,  Trump ha presionado a Ucrania para aceptar un acuerdo de paz con Rusia, incluyendo la cesión de Crimea, mientras mantiene una relación volátil con Volodymyr Zelensky, marcada por un tenso encuentro en el Vaticano el 26 de abril de 2025, descrito como "productivo" pero sin avances concretos. 

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Trump criticó a Vladimir Putin por ataques a civiles, sugiriendo sanciones, aunque ha evitado confrontarlo directamente, mostrando una postura ambivalente hacia Rusia. La reunión en el Vaticano, facilitada por líderes europeos, buscó avanzar en un alto al fuego, pero las diferencias sobre territorios y garantías de seguridad persisten.

Geopolítica global

Trump ha mostrado una postura agresiva hacia China, no solo con aranceles, sino también acusándola de prácticas de robo de propiedad intelectual.

En Medio Oriente, se han iniciado negociaciones con Irán, excluyendo a Israel, lo que ha generado críticas de Benjamin Netanyahu.

Además, Trump respaldó acciones de Turquía en Siria, lo que sugiere un enfoque menos intervencionista en conflictos regionales, pero más centrado en alianzas estratégicas.

Relaciones políticas internas

Polarización y desafíos legislativos

Internamente, Trump enfrenta un entorno político profundamente polarizado.

Su popularidad ha caído 18 puntos desde su investidura, con solo un 52% de aprobación en abril de 2025, según encuestas.

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La oposición demócrata y sectores moderados del Partido Republicano critican su estilo "caótico" y la imprevisibilidad de sus políticas, especialmente los aranceles, que han generado incertidumbre económica.

La falta de autorización del Congreso para negociar acuerdos de libre comercio (como con Argentina) limita su capacidad para implementar su agenda comercial.

Gabinete y nombramientos

Trump ha conformado un gabinete con figuras leales y "market-friendly" (amistoso con el mercado), como Scott Bessent (secretario del Tesoro), Marco Rubio (secretario de Estado) y Howard Lutnick (secretario de Comercio).

Sin embargo, algunos nombramientos generaron controversia, como el de Peter Navarro, un arquitecto clave de los aranceles, cuya retórica agresiva alarma a los mercados.

La designación de Elon Musk como administrador del Departamento de Eficiencia Gubernamental fue vista como un guiño a la base conservadora, pero también como un riesgo por su falta de experiencia en la gestión pública.

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Relación con los medios y la opinión pública

La relación de Trump con los medios sigue siendo tensa, con acusaciones de "noticias falsas" y un uso intensivo de redes sociales para comunicar sus políticas.

Sus comentarios en plataformas como X generan volatilidad en los mercados, con caídas en el S&P 500 tras anuncios proteccionistas y alzas tras mensajes conciliadores.

La opinión pública estadounidense está dividida: el 52% cree que la economía está empeorando, un aumento desde el 40% al inicio de su mandato.

Política arancelaria

Implementación y alcance

La política arancelaria de Trump es el pilar de su agenda económica, con un enfoque en "aranceles recíprocos" para corregir asimetrías comerciales.

Desde febrero de 2025, se impusieron aranceles del 25% al acero y aluminio globalmente, afectando a Argentina, que exportó 9.441 toneladas de aluminio a EE.UU. en 2024.

En abril, se anunció un arancel universal del 10% para la mayoría de los países, con excepciones negociadas para aliados como México y Colombia tras acuerdos migratorios.

China enfrentó un aumento al 125%, desencadenando una respuesta simétrica de Xi Jinping.

Impacto económico

Los aranceles han generado una crisis financiera global, con el índice VIX (indicador de volatilidad) superando niveles de 2008 y 2020.

El S&P 500 perdió un 9.3% desde enero, el peor inicio de un mandato presidencial en décadas.

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo su previsión de crecimiento global al 2.8% para 2025, con una probabilidad de recesión en EE.UU. del 37%.

Sectores como la industria automotriz y la agricultura fueron particularmente afectados, con disrupciones en cadenas de suministro.

Negociaciones y excepciones

Trump utiliza los aranceles como herramienta de negociación al ofrecer exenciones a países que flexibilicen sus barreras comerciales.

Argentina, por ejemplo, inició negociaciones para reducir aranceles, cumpliendo 9 de 16 requerimientos estadounidenses, como la eliminación de restricciones cambiarias y la simplificación de procesos aduaneros.

Sin embargo, las restricciones del Mercosur y la falta de consenso político interno limitan los avances.

Disputa con las universidades

Contexto y acciones

Aunque las fuentes oficiales no detallan explícitamente una "disputa con universidades" en los primeros 100 días, el entorno político de Trump sugiere tensiones con instituciones académicas, especialmente aquellas percibidas como progresistas.

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Durante su campaña, Trump prometió revisar los fondos federales a universidades que promuevan "agendas woke" o restrinjan la libertad de expresión.

En 2025, se reportaron medidas indirectas, como recortes presupuestarios a programas de investigación vinculados a universidades críticas de su administración, aunque no se han especificado casos concretos.

Reacciones y consecuencias

Estas acciones generan críticas de asociaciones académicas, que acusan a Trump de politizar la educación superior.

Este conflicto no ha sido un foco central en los primeros 100 días, eclipsado por los aranceles y la política exterior.

Sin embargo, la retórica anti-académica de Trump podría escalar en el futuro, especialmente en temas como la financiación estudiantil o la regulación de campus.

Política energética

Trump revisó las políticas energéticas de Biden, levantó restricciones a la perforación en alta mar y suspendió proyectos de energía eólica.

Su objetivo es priorizar los hidrocarburos, alineándose con su base conservadora y la industria petrolera. Estas medidas han generado críticas de grupos ambientalistas y han complicado las relaciones con países comprometidos con el Acuerdo de París.

Inmigración

La inmigración es un pilar de la agenda de Trump, con un enfoque en deportaciones masivas y refuerzo de la seguridad fronteriza.

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Acuerdos con México y Colombia para aceptar inmigrantes deportados han sido clave para suspender aranceles, mostrando la interconexión entre su política migratoria y comercial.

La revocación de protecciones para venezolanos en EE.UU. ha generado preocupación humanitaria.

TikTok y tecnología

Trump revisó la prohibición de TikTok, para buscar una participación estadounidense en la empresa en lugar de una exclusión total.

Esta decisión refleja un enfoque más pragmático hacia la tecnología china, aunque mantiene la retórica anti-China en otros frentes.

Relación con Argentina y Javier Milei

Afinidad ideológica y encuentros

La relación entre Donald Trump y Javier Milei se consolida como una de las más estrechas en América Latina, marcada por una afinidad ideológica y un discurso compartido contra el "establishment".

Milei fue el primer presidente extranjero en reunirse con Trump tras su reelección, en un evento del America First Policy Institute en noviembre de 2024.

Trump elogió el "trabajo increíble" de Milei, destacando su lema "Make Argentina Great Again" (Hagamos Argentina grande nuevamente), una adaptación del "MAGA" trumpista.
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En febrero de 2025, ambos se reunieron en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), donde Milei expresó su intención de alinearse con la política comercial de Trump.

Negociaciones comerciales

Argentina busca un trato preferencial en la guerra arancelaria de Trump, pero enfrenta un arancel del 10% a sus exportaciones, uno de los más bajos aplicados globalmente.

Milei instruyó a su gobierno a readecuar la normativa para cumplir con los requerimientos estadounidenses, logrando avances en 9 de 16 puntos, como la reducción de restricciones cambiarias y la simplificación de procesos aduaneros.

Sin embargo, las restricciones del Mercosur y la falta de autorización del Congreso estadounidense para acuerdos de libre comercio han limitado las negociaciones.

En abril de 2025, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, visitó Buenos Aires para discutir un posible acuerdo comercial y una línea de financiamiento, reflejando el interés de EE.UU. en Argentina como aliado estratégico.

Negociaciones con el FMI

La relación con Trump es clave para Argentina en las negociaciones con el FMI, donde EE.UU. tiene un peso significativo.

Milei busca un nuevo acuerdo por USD 20.000 millones para fortalecer las reservas del Banco Central y salir del cepo cambiario. Aunque Kristalina Georgieva ha asegurado USD 8.000 millones, la resistencia de países como Alemania y Japón ha complicado un desembolso mayor.

La visita de Bessent y las gestiones de Luis Caputo y Gerardo Werthein reflejan el esfuerzo de Argentina por capitalizar la sintonía con Trump para obtener apoyo financiero.

Desafíos y críticas

A pesar de la cercanía, analistas advierten que el alineamiento incondicional de Milei con Trump podría no traer beneficios sustanciales.

La naturaleza transaccional de Trump implica que Argentina debe ofrecer concesiones significativas, como la provisión de minerales críticos o la apertura de mercados, para obtener exenciones arancelarias.

Además, las barreras paraarancelarias argentinas y la pertenencia al Mercosur limitan su capacidad de negociación. Algunos expertos, como Juan Carlos de Pablo, recomendaron a Milei mantener una relación personal con Trump, pero evitar depender exclusivamente de ella, dado el riesgo de quedar relegado en las prioridades de EE.UU.

Impacto en la política interna argentina

El alineamiento con Trump es utilizado por Milei para reforzar su imagen interna como un líder "rupturista".

Sin embargo, las medidas proteccionistas de Trump generan preocupación entre exportadores argentinos, especialmente en sectores como el aluminio y la agroindustria.

La visita de Bessent y las negociaciones en curso han generado expectativas, pero también críticas de sectores que temen una subordinación a los intereses estadounidenses. 

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