Ex perito, sobre Laurta: "Entiende el daño que puede causar e igual lo hace"

1. Audio. Ex perito de Justicia dijo que Laurta era consciente del daño que podía provocar

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Marcela Scarafía, del Ministerio Público Fiscal, magister en Neuropsicología y ex perito de la justicia provincial (M.P. N° 1.451), se refirió al doble femicidio de Mariel y Luna perpetrado por Pablo Laurta en Villa Serrana, Córdoba.

En sus declaraciones, Scarafía enfatizó que el informe pericial elaborado se centró en lo que se observó en Laurta, más que en lo que no se vio. "No se trata de lo que no vimos, se trata de lo que sí vimos y que consta en el informe", dijo a Cadena 3, aclarando que los peritos no evalúan la peligrosidad delictiva, sino el riesgo cierto e inminente de una descompensación psiquiátrica que pueda llevar a una persona a dañarse a sí misma o a terceros.

En el caso de Laurta, se determinó que "no requería medidas de internación en este momento, es decir, no estaba descompensado", pero se recomendó un tratamiento psiquiátrico y psicológico inmediato, con medicación y controles regulares, cuya aplicación desconoce si fue ordenada por el tribunal.

Scarafía señaló que la pericia es solo uno de los elementos considerados para decidir sobre la libertad de un sujeto, junto con otros factores desconocidos para ella. En el informe, se identificaron rasgos paranoides en la personalidad de Laurta, caracterizados por "sentimientos de daño y perjuicio" e "interpretaciones distorsionadas dirigidas a pensar que alguien lo quiere dañar o perjudicar".

No obstante, se destacó que Laurta era "absolutamente consciente del daño que puede provocar con su comportamiento y de las consecuencias de ese comportamiento". Estos rasgos, observados hace más de un año y medio, eran puntuales, ya que "los procesos conflictivos en la personalidad pueden ir evolucionando" y consolidar desarrollos que no estaban plenamente manifestados en el momento de la evaluación.

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Respecto a la descripción de Laurta, Scarafía indicó a Cadena 3 que presentaba "rasgos de inmadurez e impulsividad que lo hacían proclive a tomar decisiones insuficientemente reflexivas, a veces inapropiadas, con posibles consecuencias no deseadas para sí y para otros".

Estas características, junto con una sensibilidad paranoide, lo llevaban a realizar inferencias erróneas, "forzando la realidad" y atribuyendo intenciones lesivas a las conductas de otros, especialmente hacia él o su hijo. A pesar de esto, se consignó que "entiende el daño que puede causar e igual lo hace".

Scarafía subrayó que la pericia evaluó el riesgo de descompensación en un momento específico, no la peligrosidad delictiva, ya que esto excede su ámbito.

Sobre los antecedentes de Laurta, como haberse subido a un tejado, agredir a su pareja y chocar un auto, Scarafía explicó que se recomendó "una terapia psicológica y psiquiátrica, de inicio inmediato y sostenida en el tiempo" para abordar su problemática de personalidad. Sin embargo, dijo desconocer si las autoridades judiciales dieron seguimiento a estas recomendaciones.

Al ser consultada sobre la interpretación de la fiscalía, Scarafía evitó pronunciarse: "No puedo hablar por la fiscal, cuál fue su criterio de lectura e interpretación de la pericia". Insistió en que "la pericia está absolutamente clara" al advertir sobre la necesidad de tratamiento inmediato para Laurta.

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Scarafía aclaró que la pericia se realizó en un momento puntual y que las condiciones de Laurta podían evolucionar, requiriendo nuevas evaluaciones que no se llevaron a cabo. Sobre el incidente posterior, donde Laurta fue sorprendido ingresando al país con un arma de fuego un mes y medio después de la pericia, señaló que "una vez que emitimos un informe, desde psiquiatría y psicología no se hace un seguimiento, el seguimiento lo hace la justicia".

Explicó que la pericia buscaba evaluar características de personalidad, riesgos ciertos o inminentes y la capacidad de comprensión del hecho, determinando que Laurta "comprende lo que hace, está al tanto del daño que puede causar" y, aunque lo justifique a través de sus ideas, "comprende que es ilícito y las consecuencias".

Al enterarse del doble femicidio, Scarafía expresó que sintió sorpresa. Aclaró que, en el momento de la evaluación, "todavía no se habían desarrollado estas ideas" al punto de considerarlo un asesino en potencia, aunque los rasgos de impulsividad y distorsiones cognitivas, junto con la necesidad de tratamiento, fueron consignados. "Este sujeto necesita un tratamiento porque la índole de los aspectos de personalidad y conducta es realmente para prestar atención", afirmó.

Sobre si el sistema falló, Scarafía evitó un juicio definitivo: "No sé si el sistema falla o no falla, hay que evaluar cada caso puntual". Desconocía las medidas tomadas tras la pericia y señaló que la evolución de los cuadros psicológicos requiere evaluaciones continuas y comunicación entre autoridades, pero no tiene información sobre si esto ocurrió.

"Nosotros hacemos una intervención puntual con el contexto al que se nos permite acceder. ¿Está para internar este sujeto? No está para internar. Comprende lo que hace, comprende la consecuencia, y sobre eso nos debemos despedir", concluyó.

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Entrevista de Rodolfo Barili y Juan Federico.

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