iRobot se enfrenta a un futuro incierto tras su quiebra y venta a un proveedor

iRobot, la compañía que popularizó los robots aspiradores, se declaró en quiebra el pasado domingo, marcando el fin de una era de 35 años en la que pasó de ser una startup innovadora a enfrentar serias dificultades financieras. Fundada en 1990 por el reconocido robotista Rodney Brooks y sus exalumnos, la empresa había logrado vender más de 50 millones de robots, siendo el Roomba su producto estrella desde su lanzamiento en 2002.

La historia de iRobot es un reflejo de la evolución de la tecnología y el emprendimiento en Estados Unidos. La compañía recaudó un total de 38 millones de dólares antes de salir a bolsa en 2005, lo que le permitió expandir su presencia en el mercado. Sin embargo, la situación comenzó a complicarse cuando en 2022, Amazon anunció su intención de adquirir iRobot por 1.7 mil millones de dólares, un movimiento que prometía llevar a la empresa a nuevas alturas.

Sin embargo, la compra fue bloqueada por los reguladores europeos, quienes temían que la fusión perjudicara la competencia en el mercado. En enero de 2024, Amazon y iRobot decidieron cancelar el acuerdo, lo que resultó en la renuncia de Colin Angle, CEO de la compañía, y una caída del 31% en su plantilla laboral.

Desde entonces, iRobot enfrentó una serie de desafíos, incluyendo una disminución constante en sus ingresos debido a la competencia de productos más económicos provenientes de China. A pesar de recibir un rescate financiero de Carlyle Group en 2023, la situación no mejoró y la compañía se vio obligada a buscar protección por quiebra.

Ahora, Shenzhen PICEA Robotics, su principal proveedor y acreedor, tomará el control de la empresa en un proceso de reestructuración. Según un comunicado de iRobot, la reestructuración permitirá que la compañía continúe operando sin interrupciones en sus servicios y productos, asegurando que los clientes no se vean afectados en su experiencia de uso.

La portavoz de iRobot, Michèle Szynal, afirmó que la empresa se compromete a cumplir con sus obligaciones y a seguir ofreciendo soporte a sus productos durante este proceso. Sin embargo, la incertidumbre sobre el futuro de la compañía persiste, especialmente en lo que respecta a su capacidad para mantener la innovación y la competitividad en el mercado.

En resumen, iRobot se encuentra en una encrucijada crítica, donde su legado y futuro dependerán de cómo maneje esta transición y de su capacidad para adaptarse a un entorno empresarial cada vez más desafiante.

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