Acusan a un matrimonio de apropiarse de la millonaria herencia de un incapaz

La fiscal de Instrucción de Villa María, Juliana Companys, elevó a juicio una causa en la que acusa a los miembros de un matrimonio de intentar apropiarse de un patrimonio de más de 30 millones de dólares pertenecientes a un español octogenario que falleció en 2015. 

Se trata de Luis María de la Llama y Odriozola, propietario de grandes extensiones de tierra agropecuaria y de otras propiedades valiosas, quien fue internado con 83 años en junio de 2012 en una clínica privada de Villa María. 

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Allí, se suscribieron en el lapso de pocas semanas tres escrituras públicas a favor del matrimonio integrado por Ivana Cecilia Besednjak y Nicolás Von Sanden y otras personas, hoy todos acusados.

"El hombre tenía hectáreas en campos e inmuebles adquiridos en 2012, actualmente tiene esas hectáreas y ocho inmuebles. Era español en argentina y no tenía descendientes forzosos", explicó la fiscal a Cadena 3. 

Según indicó, les iba a dejar esa herencia a sus sobrinos.

"Se sabe que no tenía hijos o familia, pero sí muchos amigos y sobrinos en España, a quienes les dicen que era una persona bastante cerrada y que no comentaba mucho", detalló. 

"El señor queda postrado en su casa y la mujer de un amigo es la que empieza a cuidarlo y junto con su pareja, logran que firme estos instrumentos ya internado y con una seria dificultad para entender lo que estaba firmando", describió.  

En los documentos firmados, el hombre les concedía al matrimonio el manejo de los bienes y la cesión del 50% de los mismos, además de un un "acto de autoprotección". 

Los tres actos fueron concretados ante la escribana pública Érica Gabriela Zamprogno, titular del Registro Notarial 699 de Villa María. 

Si bien la muerte del hombre ocurrió en 2015, el pasado viernes Companys elevó la causa a juicio en contra Ivana Cecilia Besednjak, de 50 años, y Nicolás von Sanden, de 54, además de otros implicados en la maniobra dolosa.

Entrevista de Miguel Clariá