“Mi hijo está vivo porque no salió el tiro”

El sábado a las 21.30 un grupo de jóvenes venía a salir a divertirse a Rosario, pero en la autopista que une a la ciudad con Funes, a la altura de Wilde, se topó con piedras que obstruían el tránsito. El conductor no pudo esquivarlas, el auto se dañó y comenzó la pesadilla: al bajarse, los chicos fueron asaltados por dos delincuentes.

Según contó en Cadena 3 Gustavo Calamari, el padre de uno de los jóvenes, en la zona también había fierros en la banquina, colocados para emboscar a quienes transiten por ese corredor vial. Allí los ladrones, con un cuchillo y un revólver, les robaron celulares, billeteras, mochilas, camperas, entre otras cosas. “Mi hijo está vivo porque no salió el tiro”, reveló.

“Los chicos quedaron terriblemente asustados”, lamentó Calamari, que agregó que luego del hecho tuvo lugar una profunda reflexión y un recuerdo que lo estremeció: “Cuando llegamos a casa en lo primero que pensamos fue en Joaquín (Pérez, el arquitecto de 24 años asesinado en Arroyito), el chico ese que mataron”.

“Te matan por nada, nos están haciendo vivir a merced de la suerte. Y cuando vos vivís a merced de la suerte no vivís, timbeás”, expresó.

Una pesadilla

Los tres jóvenes resultaron ilesos. Fueron auxiliados por un matrimonio que llamó al 911. Y allí comenzó la segunda parte de esta historia.

“El problema viene después cuando te das cuenta que estás a merced de lo que la suerte quiera con vos. En el llamado al 911 llega la policía de Funes, que se portó como corresponde conteniendo a los chicos, hasta que dispararon cinco tiros en plena noche (y los chicos entendiendo cada vez menos). Como no era jurisdicción de Funes, mi hijo y sus 2 amigos cambian el neumático y los escoltan a la subcomisaria 22 y en las fotos nos vamos a dar cuenta de la desidia, el desinterés, las pocas ganas, la falta de vocación de servicios o quizás la bronca hacia sus superiores porque las condiciones que trabajan son pésimas. Da vergüenza trabajar en ese lugar sucio, vidrios rotos, cielo raso todo caído, patrulleros todos rotos. El hecho ocurrió minutos antes de las 22, llegamos a casa 2, todo ese tiempo nos tuvieron en la vereda como si nada ocurriera hasta que pudimos hacer la denuncia correspondiente”, detalló Calamari en su cuenta de Facebook.