La Fiorino, los pollos y los autos quemados

“El titular registral de la Fiorino no tenía nada que ver y no sabía que hacía su empleado de noche”, dice un investigador de la saga de autos incendiados en Rosario. Las madrugadas del 27 de abril y el 3 y 11 de mayo, una veintena de coches fueron prendidos fuego con un mensaje explícito con la firma de “Los Rosarinos”: flexibilización de condiciones en las cárceles para los reclusos de alto perfil y amedrentamientos contra las autoridades nacionales y provinciales.

Sin embargo, dentro de toda la investigación un dato llamativo salió a la luz. En más de 10 allanamientos realizados este lunes en la zona sur de Rosario, tres personas fueron detenidas por orden del fiscal Pablo Socca. Un repartidor de alimentos, Leila Schmitt, pareja del narco Alan Funes e hija de Juan Carlos Schmitt, el mecánico que cumplió condena por atropellar a un hombre a bordo de un Audi TT, y otra mujer vinculada a la joven.

Entre los objetos incautados durante los operativos se encuentran dos bidones de nafta y un vehículo utilitario Fiat Fiorino, captado por cámaras de seguridad y presuntamente utilizado en los ataques incendiarios.

Ese coche pertenece a una empresa que se dedica al reparto de pollos, e inclusive, lo hacía durante el día con su empleado como chofer. Pero había quedado a disposición de este durante la noche. La sospecha, entonces, es que este hombre que en las jornadas diurnas llevaba alimentos, cuando caía el sol salía a quemar vehículos. Las motivaciones serán algo a dilucidar en la audiencia imputativa. 

En la investigación los primeros datos recabados solo hablaban de una Fiat Fiorino blanca. Entonces, se decidió relevar todas las patentes que circularon esa madrugada por la ciudad. En total fueron unas cuatro mil. Así, dieron con cuatro modelos de Fiat Fiorino y filtraron una “especialmente sospechosa”, que coincidía en fotos de multas de tránsito con la implicada en los atentados. El utilitario, tenía tubo de gas, la manija trasera rota y llevaba cubículos o cajas en el interior, según se pudo apreciar a través de los vidrios.

“Los Rosarinos”, la firma que viene estando en todos los carteles incendiarios podría vincularse a la banda de Esteban Alvarado, que siempre se autodenominó así. La estructura, a su vez, se encuentra ligada a Los Funes, Ungaro y “Chucky Monedita”, este último imputado por los cuatro crímenes que atemorizaron a Rosario durante el mes de marzo.

La audiencia imputativa contra Schmitt, el repartidor de pollos y la mujer restante se realizará el martes, con horario a definir. Allí, el fiscal Socca buscará desentramar las conexiones de estas personas y su búsqueda por infundir temor en la sociedad a cambio de flexibilizaciones en las condiciones de los presos de alto perfil.

Por Francisco C. Cufré.

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