Investigación revela relación entre cocina y fuga de exjefe de policía en Arkansas

Las autoridades de Arkansas están desarrollando una investigación para determinar si el trabajo en la cocina de la prisión influyó en la fuga de Grant Hardin, un exjefe de policía conocido como "El Diablo de los Ozarks". Hardin, quien tiene 56 años, escapó de una ala de máxima seguridad en la prisión de Calico Rock el domingo 29 de mayo de 2025, haciéndose pasar por un guardia, de acuerdo con lo informado por Rand Champion, portavoz del Departamento de Correcciones de Arkansas.

Hardin, que había recibido una larga condena por asesinato y violación, trabajaba en la cocina de la institución, y las autoridades están indagando si esta labor pudo haberle proporcionado los medios para llevar a cabo su fuga. Champion explicó: "Su asignación laboral era en la cocina, así que estamos evaluando si eso jugó un rol en su evasión".

La carrera criminal de Hardin había sido objeto de atención mediática, culminando en un documental titulado "Diablo de los Ozarks". Era el exjefe de policía de Gateway, una pequeña localidad que limita con Missouri, y había sido sentenciado a prisión por varios delitos graves.

Búsqueda activa y recompensas

Las autoridades locales, estatales y federales intensificaron la búsqueda de Hardin después de su fuga. El FBI anunció una recompensa de hasta 10.000 dólares para cualquier persona que proporcione información que lo conduzca a su captura. Según dijeron, hay confianza en que Hardin aún se encuentre en la región norte-central de Arkansas, donde existen diversos escondites naturales, como cuevas y campamentos.

Las fuerzas del orden respondieron a una pista que llevó a la búsqueda en el condado Faulkner, un área central de Arkansas, conocida por sus escondites ocultos en las Montañas Ozarks. Champion no pudo confirmar cuántos otros reclusos permanecen en el ala de máxima seguridad de la prisión, mientras que la designación de Hardin ha suscitado cuestionamientos de legisladores y familiares de sus víctimas.

Declaraciones de familiares de las víctimas

Cheryl Tillman, hermana de James Appleton, quien fue asesinado por Hardin en 2017, expresó su preocupación ante los medios de comunicación, indicando que tenía conocimiento de que Hardin había participado en capacitaciones culinarias durante su encarcelamiento. "Me parece que le dieron libertad total allí", dijo Tillman, quien también dejó claro que la familia se siente incómoda con la situación actual. "Ahora que está libre, es algo que nos afecta a todos, a toda la familia", concluyó.

La historia ha generado una respuesta mediática considerable, y ha resaltado la necesidad de revisar las políticas de trabajo en prisión y cómo pueden influir en casos de fuga. Esta narrativa pone de manifiesto no solo los problemas de seguridad, sino también los efectos que las decisiones del sistema penal tienen sobre las víctimas y sus seres queridos.

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