VASO: 21 años acompañando a familias vulnerables y transformando realidades

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VASO es una asociación civil que desde hace casi 21 años acompaña a niños, niñas, adolescentes y madres en situación de vulnerabilidad, brindando asistencia alimentaria, atención médica, contención social y capacitación.

VASO —sigla de Valorar, Acompañar, Servir y Guiar— fue el eje de una entrevista con su cofundador, Javier Cacciavillani, quien destacó la importancia de visibilizar las buenas noticias en un contexto social complejo. “Para nosotros es un honor participar en este tipo de notas, porque somos parte de las buenas noticias que la sociedad siempre genera y que muchas veces se olvida que también existen”, afirmó en diálogo con Cadena 3 para La Argentina Posible.

Durante 2025 la organización acompañó a 1.893 familias, brindó cerca de 7.000 horas de atención de profesionales sanitarios, 7.200 kilos de alimentos saludables entregados, más de 95.000 leches y fórmulas infantiles, y 1.000 horas de actividades en programas comunitarios. “La cantidad siempre es relativa, porque lo principal es que una ayuda, para quien la recibe, lo es todo. Pero también sirve para dimensionar la magnitud del esfuerzo colectivo”, explicó.

El referente de VASO reconoció que la demanda social no deja de crecer. “Cada vez hay más gente que lo necesita. El lío que tenemos que afrontar es muy grande y es entre todos”, señaló, y subrayó la necesidad de construir redes entre organizaciones civiles, empresas, medios de comunicación y la sociedad en general. “Todo lo que uno hace como organización parece poco, pero la buena noticia es que vale la pena”, remarcó.

VASO nació a comienzos de los años 2000 como una iniciativa de un grupo de amigos que buscaba recaudar fondos para comprar leche y llevarla a comedores. Con el tiempo, el proyecto creció y se profesionalizó, sin perder su esencia. “Fuimos entrando en este submundo lamentable de la pobreza estructural, tratando de encontrar soluciones en el camino que íbamos recorriendo”, recordó Cacciavillani, quien sostuvo que “esa Argentina posible es real cuando hay gente de buena voluntad que quiere hacer algo por un país mejor y para que nuestros hijos se queden acá”.

Uno de los ejemplos más concretos del impacto del trabajo de VASO es el de madres que vivían en condiciones extremas —cerca de basurales o canales— y que hoy cuentan con empleo formal. “Gracias a un trabajo conjunto con otras organizaciones, como la Liga de Educación y la FOMVEC, hoy muchas de ellas trabajan en plantas permanentes y están muy felices, con sus hijos bien cuidados”, destacó.

La organización cuenta actualmente con una treintena de profesionales, entre nutricionistas, pediatras, trabajadores sociales, psicopedagogos y psicólogos, además de unos 130 estudiantes universitarios voluntarios que participan en distintos programas. “Cada uno presta su servicio donde más se lo necesita”, explicó.

Cacciavillani también remarcó que, a lo largo de más de 20 años, VASO logró sostener sus convicciones originales, lejos de intereses políticos. “Lo que siempre ha guiado nuestras acciones son las convicciones: somos una organización orientada a ayudar y a enseñar que las personas también tienen derecho a soñar”, afirmó. Y añadió: “El objetivo siempre debe ser el vulnerable, el hermano que creció en estas condiciones; él no tiene la culpa de estar en esa situación”.

Para quienes deseen colaborar, la forma más simple de contactarse es a través de Instagram: @vaso.cba, donde se puede encontrar información para donar, sumarse como voluntario o conocer en detalle el trabajo de la organización.

En el tramo final de la entrevista, Cacciavillani dejó un mensaje cargado de esperanza, especialmente de cara a las fiestas: “Vivir con amor no es una utopía. Vivir con amor da fuerza y da soluciones, porque el amor es mágico. Cerca de Navidad también tenemos que dar esa cuota de esperanza y creer que sí se puede”.

Así, VASO cerró el año como símbolo de una Argentina solidaria que, lejos de resignarse, sigue demostrando que la ayuda organizada y sostenida en el tiempo puede cambiar vidas.

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