Rafael Grossi, el argentino que anunció su candidatura a la ONU en Cadena 3

1. Audio. Rafael Grossi: “Pese a sus falencias, la ONU es una plataforma indispensable”

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¿Cuáles son los temas que hoy le llevan más tiempo en su gestión como director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)?

El tema es justamente no dejar de lado asuntos de gran importancia. De los 181 países del OIEA, los países centrales están pendientes de lo que estoy haciendo hoy, por ejemplo, aquí en Washington. Pero hay 160 países a los que les interesa el hospital que estamos construyendo en Kinshasa para el tratamiento de cáncer, y no si se va a controlar uranio enriquecido en Irán o qué pasará con las instalaciones destruidas después de los ataques. Debe haber una presencia del organismo a través de su director general, ya que la gente piensa en quién lo conduce, dónde está y cómo se posiciona frente a lo que está sucediendo. Por lo tanto, trato de no dejar ninguna partida de lado, como en las simultáneas de ajedrez, donde uno va a cada mesa, pero con el grado de concentración y dedicación necesario para que la partida salga bien.

A propósito de la gobernanza global, hoy criticada desde países tan significativos como los Estados Unidos, existe una discusión sobre cómo está funcionando y cómo debería funcionar para ser más efectiva en la resolución de conflictos.

Absolutamente, y me parece muy bien la crítica. Lo digo desde una posición relativamente confortable porque el OIEA tiene un enorme prestigio y no está dentro de la misma bolsa que la mayoría de los organismos internacionales, empezando por las Naciones Unidas, que lamentablemente tienen un desprestigio importante, si no un sentimiento de irrelevancia total. Desde la administración del presidente Trump ha habido un cuestionamiento fuertísimo de la utilidad, la legitimidad y la razón de ser de los organismos internacionales. Este año se cumplen 80 años del establecimiento de la ONU. No olvidemos que esto viene de un quiebre tremendo y una tragedia global que confrontó a aquellas generaciones a la necesidad de dar una respuesta efectiva a la devastación y la miseria. La Carta de las Naciones Unidas dice que los pueblos del mundo se reúnen para salvar a las próximas generaciones de la miseria de la guerra. Lamentablemente, la ONU fue abandonando ese foco inicial en la paz para ocuparse de una cantidad de cosas que quizás no son tan prioritarias. Por ejemplo, en los últimos meses ha habido una serie de conflictos que han arribado a un cierto entendimiento, como el caso de Gaza, o lo que pasó entre Azerbaiyán y Armenia, entre Camboya y Tailandia, o India y Pakistán. Si se fijan, ha habido un común denominador: la ausencia de las Naciones Unidas en la solución de estos conflictos.

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Lo escucho hablar con la convicción o la aspiración de ser candidato a Secretario General de las Naciones Unidas. ¿Me equivoco?

Por supuesto que no se equivocan. Esta idea surge a través de la propia experiencia de cómo he venido manejando los problemas en el OIEA, con una aproximación que me lleva a hablar con Vladimir Putin y luego con Volodímir Zelenski. Esa es la esencia de la diplomacia. Hay gente que decía: \"¡Qué horror! ¿Cómo va a hablar con Putin?\", pero ¿con quién más voy a hablar? Eso es lo que se ha perdido: la anulación o cancelación del otro porque no está de acuerdo conmigo. Ha ido surgiendo en mucha gente la idea de que lo que hacemos en el OIEA es extrapolable a un plano superior, porque más allá de todas sus deficiencias y carencias, las Naciones Unidas sigue siendo una plataforma indispensable. Mucha gente dice en este tipo de reflexiones que ahora tenemos los BRICS, el G7, el G20, o el grupo de Shanghái.

Y, en este contexto, ¿cuál es el rol de las Naciones Unidas?

Las Naciones Unidas sigue siendo la única plataforma donde todos esos grupos se sientan juntos. Evidentemente, el G7 son los valores occidentales que todos practicamos, es un grupo de amigos con sus diferencias. BRICS es otra cosa, G20 es otra cosa, pero sigue existiendo esta necesidad de ciertas convergencias mínimas que en ciertos otros planos siguen funcionando.

Para finalizar, ¿es cierto que usted es embajador honorario de Estudiantes de la Plata?

Sí, eso es algo que me honra mucho. En la función internacional, la única bandera que uno lleva es la celeste y blanca, pero la verdad es que soy \"pincharrata\". De eso no se vuelve.

Entrevista de Sergio Suppo.

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