Refuerzan el control del espacio y los radares con la intervención de Defensa

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Una resolución firmada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, estableció que el Ministerio de Defensa intervendrá de manera obligatoria en todas las autorizaciones o permisos relacionados con instalaciones terrestres de radares, observatorios aeroespaciales y sistemas análogos en el país. 

La medida, publicada en el Boletín Oficial, introduce un nuevo filtro en la evaluación de proyectos vinculados a infraestructura científica o tecnológica con potencial uso estratégico. Este cambio ocurre en un momento clave para el Radiotelescopio Chino-Argentino (CART), que se encontraba en su fase final de construcción en El Leoncito, San Juan.

El texto instruye a "todas las jurisdicciones con competencia en el otorgamiento de autorizaciones" a remitir sus expedientes al Ministerio de Defensa antes de emitir cualquier dictamen. Ese organismo debe analizar "la eventual afectación de potenciales riesgos o amenazas en materia de Defensa Nacional". 

Desde la repartición comentaron que la decisión tomada respondía a criterios geopolíticos vinculados a la presencia china en el país y que se buscaría que el proyecto CART pase por estos nuevos filtros.

De acuerdo con fuentes gubernamentales, existen actualmente cuatro propuestas en evaluación: dos impulsadas por China, una de Estados Unidos y otra de la Unión Europea. La resolución no menciona proyectos en curso, pero su alcance generó incertidumbre sobre instalaciones ya avanzadas, como el CART, que se encontraba en fase final de construcción en Barreal, provincia de San Juan.

Quienes estaban involucrados en su construcción consideraron que este nuevo filtro tenía como fin evitar que el proyecto se terminara. La Universidad de San Juan (UNSJ) denunció que desde hacía más de un mes y medio tenían piezas frenadas en la Aduana sin explicación aparente para que no les dieran despacho. 

El contexto de cercanía con Estados Unidos no escapó a las especulaciones sobre el por qué no se permitían los trámites. La Casa Blanca autorizó el auxilio financiero para Argentina y tanto el presidente Donald Trump como el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, mostraron su disconformidad con el avance de proyectos chinos en áreas estratégicas de Argentina.

El cargamento más reciente del radiotelescopio, que incluye paneles, chapas y pintura, llegó al puerto de Buenos Aires el 3 de septiembre, pero permaneció retenido en la aduana sin autorización de despacho. "Ya se inspeccionó todo, pero no nos habilitan la liberación. Pedimos una reunión con el director de Aduana; la audiencia está fijada para el 5 de noviembre", detallaron fuentes de la UNSJ.

El CART es una iniciativa conjunta entre la UNSJ, el Conicet, el Gobierno de San Juan y la Academia China de Ciencias. Consiste en un radiotelescopio de 40 metros de diámetro y unas mil toneladas de peso total, destinado al estudio astronómico mediante ondas de radio. 

El proyecto cuenta con la cooperación científica de más de tres décadas entre el Observatorio Astronómico Félix Aguilar (OAFA) y la contraparte china. Fuentes indicaron que las demoras comenzaron meses atrás, cuando el equipo universitario gestionó el certificado que permite la importación libre de impuestos de instrumentos científicos, un procedimiento habitual en este tipo de proyectos. 

El pedido se presentó en febrero; normalmente se aprueba en 15 días hábiles, pero salió recién entre mayo y junio. Recién entonces se mandaron los papeles a China para que despacharan la carga, que salió en agosto.

Según la UNSJ, los materiales retenidos no incluyen equipamiento electrónico, que es la parte más sensible del proyecto, sino componentes estructurales. En paralelo, el convenio original firmado en 2015 entre China, la UNSJ, el Conicet y el gobierno provincial caducó en junio pasado, lo que dejó al proyecto en una situación de indefinición jurídica. Pese a eso, la universidad había mantenido gestiones para completar la instalación y retomar el trabajo conjunto con la Academia China de Ciencias. El Conicet, por su parte, no firmó la renovación.

Ante las versiones sobre un posible freno al proyecto, la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ publicó la semana pasada un comunicado reafirmando el carácter "estrictamente científico" del CART.

La UNSJ también enfatizó su trayectoria de cooperación con universidades y centros científicos de Estados Unidos, Europa y América Latina, además de China, como prueba de que el proyecto respondía a un enfoque de colaboración internacional. La instalación del CART avanzó en una coyuntura más sensible que la de sus orígenes. En los últimos años, la infraestructura tecnológica china en el país, en especial la estación espacial de Neuquén, despertó recelos en sectores diplomáticos de Estados Unidos, que advirtieron sobre el posible uso estratégico de esas instalaciones.

Hasta ese momento, ni el Gobierno nacional ni la provincia de San Juan manifestaron objeciones concretas al proyecto. Sin embargo, la resolución firmada por Francos introdujo un nuevo requisito legal que podría implicar la revisión de su situación actual y la de otros acuerdos en curso.

El director del Observatorio Astronómico Félix Aguilar, Ricardo Podestá, explicó a Cadena 3 que “la Universidad Nacional de San Juan tiene hace 34 años convenios con China en diferentes proyectos” y que el radiotelescopio que se está construyendo en la estación Cesco tiene un enfoque “100% para la ciencia”. 

Este radiotelescopio, que será el más importante de Sudamérica, cuenta con un diámetro de 40 metros y está en la fase final de su construcción.

Podestá destacó que "tenemos cartas de adhesión de la comunidad internacional de radioastronomía" y que el proyecto cuenta con el apoyo de la Asociación Argentina de Astronomía y del Instituto Argentino de Radioastronomía. 

Sin embargo, expresó su preocupación por la continuidad del proyecto tras la reciente resolución del Ministerio de Defensa, señalando que “hemos pasado auditorías, inspecciones” y que la universidad tiene autonomía para establecer convenios con entidades extranjeras.

El director del observatorio también mencionó que “los propios estadounidenses pueden venir y usar el telescopio si lo quieren”, subrayando la apertura del proyecto a la comunidad internacional, a diferencia de la base en Neuquén, que presenta restricciones de acceso. 

Podestá dijo que “sería una lástima” si se interrumpiera el avance del radiotelescopio, que promete ofrecer información valiosa sobre el universo, debido a la calidad del cielo en San Juan, ideal para la observación astronómica.

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