Con los niños, no

Por Cynthia Zak

Masacre en una escuela.

18 niños de primaria muertos, y tres adultos, incluida una maestra

Más de una docena de heridos (muchos de ellos con la vida pendiendo de un hilo).

Niños que no pasan los 10 años y que fueron hoy, como todos los días, a su escuela llamada Robb Elementary, en Uvalde, un pueblo en el estado de Texas.

En la escuela hay 580 alumnos, el 91 por ciento pertenece a minorías (en este caso latinos) y el 84 por ciento viven en condiciones económicas muy humildes.

Allí Salvador Ramos, un muchacho de 18 años, se atrinchera en la escuela fuertemente armado y comienza a disparar a mansalva. Antes había matado a su abuela y con pistola y rifle sigue su camino sangriento acabando con la vida de estos chicos, traumado una ciudad entera, dejando nuevamente sin palabras a un país que no tiene respuestas a estos sucesivos actos violentos.

El lobo solitario

Otra vez una masacre llevada a cabo por el famoso "lobo solitario", un perfil similar en todos los casos en donde vemos a un hombre joven, en el mayor de los casos de raza blanca, desequilibrado mentalmente, que deja cientos de pistas y señales en sus redes sociales de lo que va a hacer y todos hacen la vista gorda, nadie parece darse cuenta.

En este caso, Ramos tenía información explícita en sus cuentas de Instagram y Facebook con fotos y posteos donde se lo veía con armas de alto calibre, amenazas, escritos violentos y una serie de datos imposibles de no tener en cuenta.

La pregunta es: ¿por qué esto no se reporta?

Y si se reporta, ¿por qué las autoridades no hacen nada?

En la mayoría de los casos, estas personas desequilibradas tienen acceso a armas de alto calibre, dejan claro su plan de muchas maneras, escriben manifiestos raciales, llenos de resentimiento y odio, pero eso no parece ser suficiente para ponerlos bajo una guardia policial o psiquiátrica rigurosa y que prevenga este horror.

Datos del terror

- En total, cada año más de 40.000 norteamericanos son asesinados por actos de violencia con armas de fuego y aproximadamente 85.000 son heridos. Esto equivale a 110 personas víctimas de disparos y muertes por disparos cada día.

- Se calcula que en Estados Unidos los civiles dueños de armas portan de 390 millones de pistolas, rifles, etcétera. 

- Excluyendo la masacre en esta escuela, es el tiroteo número 38 en colegios desde primaria a secundaria en lo que va de 2022, resultando en 10 muertos y 51 heridos.

- Los homicidios por armas de fuego aumentaron en sus niveles más altos en los últimos 26 años, según datos del Centro de Control de Enfermedades, y las tasas de asesinatos siguen subiendo de manera descontrolada.

¿Y las soluciones?

El debate sobre el acceso y control a armas de fuego en el país es una profunda discusión que toca fibras culturales, educativas y sociales.

Sólo el 35% de los norteamericanos están a favor de medidas rigurosas para controlar las armas y el resto creen que es parte de la libertad individual, del derecho constitucional el poder comprar sin restricciones armas de fuego (protegidos por la segunda enmienda de la Constitución).

La Asociación Nacional del Rifle, poderoso lobby en Washington, defiende la portación de armas sin restricciones y muchos estados, entre ellos Texas, tienen leyes absolutamente permisivas al respecto. Solamente hay que ser mayor de 18 años para comprarse un rifle y no hace falta entrenamiento ni licencia.

Las armas fantasmas, las del mercado negro, las que se construyen por partes compradas en internet o las que se adquieren en ferias de armas, negocios, supermercados, con o sin licencia, son sólo parte de un problema que toca la sociedad completa y la violencia desmedida en todos los niveles.

Reformas del sistema judicial, estrictos controles, revisiones periódicas de las licencias y obstáculos para conseguir armas son algunas de las soluciones prioritarias para frenar esta realidad, aunque queda en la superficie y evidentemente las masacres continúan.

El verdadero cambio que transforma la violencia con armas de fuego es de inteligencia emocional, de educación civil y de valores.

Es una mirada completa a la salud mental, que identifica las alarmas antes de que los gatillos se aprieten sin cesar.

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