Aire limpio es un derecho humano

Por Cynthia Zak

Las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud tienen un programa completo de educación y concientización sobre la calidad del aire que respiramos.

Al leer las cifras y estadísticas que les voy a compartir, el sentimiento es de preocupación y tristeza al entender la magnitud del desastre ecológico que estamos viviendo y, al mismo tiempo, deja en nuestras manos cambios concretos y constantes que pueden revertir esta situación.

La plataforma mundial de la OMS sobre calidad de aire y salud combina el monitoreo de estaciones terrestres con datos satelitales para obtener una visión integral de los niveles de contaminación del aire en más de 4.000 ciudades de países de todo el mundo y su impacto en la salud.

Esto no es sólo un "poco de smog" en la ciudad, sino un tema prioritario de salud pública que enferma y mata miles de personas anualmente.

El metano es hasta 80 veces más poderoso que el dióxido de carbono en términos de sus efectos de calentamiento en nuestro planeta. Forma el smog que vemos en nuestras ciudades, causando enfermedades respiratorias y daños a los cultivos. El carbono negro contribuye significativamente al calentamiento global en el corto plazo, con impactos climáticos regionales y locales.

A quienes afecta

La contaminación del aire nos afecta a casi todos. Sólo 1 de cada 10 personas respira aire seguro de conformidad con las directrices de la OMS. Comprender el alcance y el impacto de la contaminación del aire es el primer paso para garantizar la seguridad del aire que respiramos. 92 por ciento de la población mundial, urbana y rural viven en lugares cuyo aire supera las directrices de la OMS, 56% de ciudades y pueblos que son monitoreados presentan niveles que superan en más del triple los números aceptables de contaminación para tener poblaciones saludables y el 87% de las muertes por contaminación del aire exterior se registran en países con ingresos medios y bajos. La contaminación del aire en nuestras ciudades y hogares mata a 7 millones de personas cada año y acelera el cambio climático.

Las soluciones

Tu y yo podemos hacer muchísimo para aportar al cambio y a la mejora de la calidad del aire que respiramos, desde evitar el uso del auto innecesariamente hasta controlar los desechos que tiramos y que son altamente tóxicos. Lo cierto es que la movilización de cada uno de nosotros genera una energía de transformación pero no puede quedar ahí. Hay que educar a los niños, hablar con los representantes gubernamentales, crear campañas e involucrarse en grupos medioambientales que protegen la flora y fauna local.

Aquí les detallo las estrategias que llegan directamente de Naciones Unidas para generar cambios concretos.

Interconectar las ciudades

Proporcionar a las ciudades una plataforma para que compartan las mejores prácticas y muestren los progresos realizados en su avance hacia el cumplimiento de las metas de calidad del aire de la OMS para 2030.

Aumentar el monitoreo

Colaborar con los municipios para ampliar los esfuerzos de monitoreo que pueden mantener informados a los ciudadanos y facilitar un desarrollo urbano más sostenible.

Acelerar las soluciones

Generar demanda de nuevas soluciones que estén dando buenos resultados y apoyar a los municipios para aplicarlas eficazmente en sus ciudades.

Empoderar a las personas

Informar a las personas acerca de la carga que la contaminación del aire representa para nuestra salud y nuestro clima y facilitar formas significativas de adoptar medidas tanto a escala local como mundial.

Por favor haz click aquí y puedes poner tu ciudad para ver el estado calamitoso del aire que respiramos. En estos cuadros no aparece Córdoba, pero sí Buenos Aires con números alarmantes de muertes anuales por contaminación del aire y unos porcentajes elevadísimos de contaminación del aire absolutamente negativos para la salud de la población.

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