¿Cuándo empieza el bombardeo de CFK a Batakis?

Adrián Simioni

Silvina Batakis dio ayer sus primeras definiciones básicas. ¿Qué diferencias tiene con Martín Guzmán, el ministro al que suplantó?

Empecemos por lo importante. Más de tres veces dijo que está en contra del déficit fiscal, que es lo que obliga a emitir al Estado y genera la inflación. "Creo en el equilibrio fiscal", dijo. Para una economista es como si un veterinario dijera "creo en los mamíferos". Pero sirvió para dejarlo claro. Guzmán piensa exactamente lo mismo.

También dijo que su tarea sería "consolidar el programa económico del Presidente". Ese plan está contenido en el acuerdo con el FMI. O sea que seguirá tratando de cumplir con el Fondo. Igual que Guzmán.

Es necesario aumentar las exportaciones para poder acumular dólares en el Banco Central, dijo. Eso la enfrenta a los grupos K que quieren subir retenciones o prohibir exportaciones de alimentos para frenar la inflación. Como le pasaba a Guzmán.

También se mostró a favor del cepo, es decir, a favor de que los funcionarios decidan a quién y a quién no le dan dólares baratos del Central para importar. Guzmán convivió con eso dos años.

En cuanto a las ideas K para gastar aún más, Batakis las pateó para adelante. Le preguntaron sobre el salario básico universal que le exigieron los piqueteros en su primer día. Batakis remarcó que el tema "ni siquiera existe en países más desarrollados, con muchas menos necesidades que nosotros, pero es un tema que tenemos que debatir”. La misma respuesta zen que hubiera dado Guzmán.

Hasta ahora, Batakis y Guzmán parecen dos gotas de agua, más allá de sus diferencias de formación y trayectoria.

Y entonces yo les dejo dos preguntas:

Una, si es cierto que son iguales, ¿para qué diablos lo voltearon a Guzmán y pasamos el fin de semana que pasamos?

La segunda, si Batakis no cambia de ideas, ¿cuánto falta para que Cristina comience a bombardearle el despacho, como hizo con Guzmán?