El policial nórdico suma otra historia atractiva

Por María Rosa Beltramo

Henning Mankell se hizo rico y popular con la docena de novelas que tienen como protagonista a Kurt Wallander, un policía que vive y reina en Ystad, una pequeña y colorida ciudad ubicada en el sudeste sueco, a orillas del Báltico. Convertido en uno de los padres fundadores del nordic noir, el escritor dio el salto definitivo en 2003 cuando se unió al danés Ole Søndberg para crear la productora Yellow Bird que 19 años más tarde lleva filmadas medio centenar de películas sobre el detective.

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Por estricto orden de aparición el investigador que vive en el 10 de la calle Mariagatan fue interpretado por los suecos Rolf Lasgard y Krister Henriksson y el británico Kenneth Branagh. El éxito fue tal que a casi 7 años de la muerte del escritor, su productora firmó un contrato con Netflix y con el protagónico de Adam Palsson alumbró “El joven Wallander” que ya va por la segunda temporada.

“La sombra del asesino” que estrenó recientemente la plataforma de streaming está aún mejor lograda que la primera temporada y resuelve en seis episodios un relato atractivo que se desarrolla en Malmo - a menos de una hora de Ystad , en tren- y que incluye los temas que siempre desvelaron a Mankell: inmigrantes, discriminación, violencia de género, abusos, todo con la cuota de suspenso que arranca con un crimen callejero que al principio hasta puede confundirse con un simple accidente de tránsito.

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El Wallander de Palsson no es arrebatado como el que interpretó Rolf Lasgard, ni intuitivo como el de Krister Henriksson ni sensible como el de Kenneth Branagh. La versión juvenil no se parece a ninguna de las tres que conquistaron primero al público europeo y después al americano. Apenas si para respetar la biografía del personaje , el flamante investigador está de novio con Mona -la mujer del que luego el adulto se divorciará-, bebe más de la cuenta y comienza a mostrar sus habilidades en Malmo, el destino anterior a Ystad.

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Pero la discusión sobre las muchas diferencias y escasas similitudes con los episodios filmados entre 2003 y 2018 no altera la calidad de “El joven…”, en realidad lo único que eventualmente se puede objetar es que hayan decidido titularla de esa manera cuando podrían haber creado un nuevo personaje.

En esta temporada llega para hacerse cargo de la comisaría Samuel Osei (Tomiwa Edun, actor que participó de Doctor Who y Cenicienta) y le ofrece a Kurt reincorporarse a la Brigada de Delitos Graves. El primer caso que le toca al joven es investigar un atropello con fuga, a las puertas de una discoteca.

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Sin embargo muy pronto Wallander descubrirá que la víctima del supuesto accidente estuvo implicada en un violento crimen ocurrido cuando era un adolescente y transitaba los primeros años del secundario. En el relato tiene una importancia determinante Frida Rask (Leanne Best) una detective tenaz y dedicada que fue la que intervino en ese asesinato, reactualizado ahora por el incidente ocurrido en un túnel, cerca de la disco.

Para los que no vieron a los Wallander adultos, el canal Film and Artes tiene al aire en estos momentos la primera y segunda temporada interpretada por Krister Henriksson. La historia del solitario policía engalana los “Martes Nórdicos” que inició el año pasado el canal que más producciones escandinavas emite.

Netflix tuvo hasta hace poco la versión encabezada por el irlandés Kenneth Branagh, un prestigioso actor, productor y director que se enamoró del personaje a partir de la lectura de los libros y buscó a Henning Mankell para manifestarle que quería protagonizar nuevas historias después de las que habían hecho Rolf Lasgars y Henriksson.

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