Policía acribilló a balazos a un presunto ladrón en Córdoba

Un joven de 21 años murió baleado por un policía en la zona de barrio Las Violetas, al oeste de la ciudad de Córdoba. El uniformado permanece detenido por ahora, según lo dispuso la fiscal Liliana Copello.

De acuerdo a lo informado por fuentes judiciales y policiales, el fallecido, identificado como Víctor Gustavo Calderón (21), sufrió al menos 13 heridas de bala: los médicos del Hospital Eva Perón constataron ocho orificios entre el tórax y la espalda, y otros cinco en las piernas.

Las fuentes precisaron que fueron seis balazos con orificios de entrada y salida, además de un séptimo balazo que quedó alojado en el cuerpo.

Lucas Truisi, abogado del policía, indicó a Cadena 3 que su cliente "actuó dentro del marco de la ley":

"Tuve una charla profunda con mi cliente. Él no fue indagado, por lo que no pudo dar aún su versión de los hechos a la fiscal Coppelo, pero las pericias demuestran el buen accionar de mi cliente", manifestó. 

Todo ocurrió alrededor de las 23 del martes, cuando Paglino, de civil, llegaba al a casa de una mujer que también es policía en barrio Parque de la Vega 3, próximo a Las Violetas. Fue entonces que irrumpieron de entre las sombras otros dos jóvenes, también en moto. El que se iba atrás se bajó y apuntando con una pistola 11.25 a Paglino le exigió que le entregara su moto, siempre según la versión que hasta ahora maneja la investigación.

Paglino declararía luego que él se identificó como policía, que el joven cargó su arma y fue entonces que él extrajo la suya reglamentaria.

En la zona se hallaron 20 vainas nueve milímetros y al menos dos 11.25, lo que da la pauta de un presunto intercambio de disparos.

Paglino agregó que cuando el joven cayó herido, intentó continuar disparando, por lo que él se defendió con más balazos.

El joven que había llegado con Calderón aceleró y se fue del lugar. Se cree que él le avisó a los familiares de Calderón, que minutos después llegaron hasta la zona, lo encontraron malherido y lo cargaron en un auto particular en el que lo llevaron al Hospital Eva Perón, de la avenida Santa Ana, donde llegó ya sin vida.

El policía no resultó herido.

La fiscal Copello ordenó que se secuestraran las dos armas, las vainas y que el policía quedara imputado y detenido por homicidio agravado por el uso de arma de fuego.

En ese sentido, se explicó que se trata de una medida preventiva para resguardar la prueba en medio de una investigación compleja, ya que un efectivo policial aparece como protagonista principal.

Las fuentes agregaron que a partir de los dichos de un testigo independiente, el intento de robo y el hecho de que ambos estaban armados estaría comprobado. Por eso, la duda judicial radica en la imputación del policía: una legítima defensa o un exceso en la legítima defensa. Se presume que en las próximas horas la fiscal decidirá la figura penal.

Los familiares de Calderón fueron este miércoles a la mañana a la fiscalía y reclamaron que el caso se encuadre en un "gatillo fácil".

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Informe de Francisco Centeno.