El Gobierno hace lo necesario para no acordar con el FMI

Sergio Suppo

Hay temas que son muy importantes, aunque a la gente en general no les resulten tan interesantes.

Durante todo este mes de enero es muy importante el tema de la negociación con el Fondo Monetario Internacional y cómo la Argentina se está preparando para un acuerdo. Aquí le pongo un signo de pregunta a lo que acabo de decir. ¿Se está preparando para un acuerdo? ¿O estamos haciendo todo lo necesario para no acordar con el Fondo?

El fin de semana pasado, el presidente Alberto Fernández asumió como presidente de la CELAC, que es una especie de OEA, de Organización de Estados Americanos sin los Estados Unidos. Porque dentro de la CELAC están Cuba, Venezuela y Nicaragua, tres autocracia que se dicen de izquierda pero son autocracias. De paso digamos que Daniel Ortega, que alguna vez fue un revolucionario y hoy es más autoritario que los dictadores que él derrocó en la década del ‘70, hoy asume su quinto mandato presidencial. Ganó las elecciones después de haber apresado a todos los opositores. Y los que no están presos se han tenido que exiliar.

¿Cómo consiguió Alberto Fernández la presidencia de la CELAC? Algunos malpensados dicen que repartiendo vacunas entre algunos pequeños países del Caribe.

Ustedes vieron que la Argentina hizo un esfuerzo solidario, que no me parece mal que lo hagan, entre distintos países del mundo, incluso de Extremo, Oriente y África.

Parece que así, enviando vacunas a pequeños países caribeños se consiguieron los votos que faltaban para que Alberto Fernández sea presidente de esta institución que sirve para poco. Para lo que sí es útil es para quedar mal con los Estados Unidos.

Con Estados Unidos no creo que tengamos que quedar bien ni que tengamos que ser amigos. Cada uno piense lo que quiera sobre Estados Unidos, pero a los Estados Unidos tenemos que ir a pedirles el favor de que nos salga de garante con el FMI para poder arreglar.

Para la Argentina, para este gobierno, para la oposición, para los empresarios, para los sindicalistas, es muy importante tener un acuerdo de refinanciación de la deuda, porque eso nos evita quedar completamente fuera del mercado de crédito. También nos evitaría de alguna manera seguir imprimiendo plata sin respaldo, con las consecuencias inflacionarias que eso tiene.

Dentro del Gobierno no hay una línea, hay por lo menos dos líneas. Unos que hacen el acting de ir a negociar con el Fondo. De hecho, el canciller Cafiero tiene que viajar a los Estados Unidos para entrevistarse con su par de los Estados Unidos, Antony Blinken. En la misma también está el ministro de Economía, Martín Guzmán.

El resto del Gobierno, sobre todo Cristina Fernández de Kirchner y toda su gente, va para el otro lado y no para de hacer comunicados, plantear declaraciones, ponerse en contra de cualquier arreglo con el Fondo. Por ejemplo, hay una diputada que lejos de pedirle al Fondo un acuerdo, le está pidiendo una indemnización. Le pide que el FMI nos pague a nosotros por habernos prestado.

El Gobierno no está de acuerdo consigo mismo sobre qué hacer con el Fondo y eso impide también tener un bloque armado y pétreo con la oposición. Ya vimos el show que hubo la semana pasada, en la que la oposición colaboró con sus propias disidencias. Se pateó para la semana que viene una reunión de la oposición con el Gobierno, que forma parte también de una representación bastante teatral y poco creíble sobre una unidad argentina para negociar con el Fondo Monetario Internacional.

Entonces, ¿queremos arreglar con el Fondo? La verdad, no se nota mucho.