Tener hambre no es lo mismo que tener apetito
Comprender esta diferencia es importante para conocer de dónde viene el consumo excesivo y el desarrollo de ciertos tipos de obesidad en los seres humanos.
22/05/2021 | 13:10Redacción Cadena 3
En primer lugar es importante marcar una diferencia. Por un lado, el hambre tiene que ver con el instinto de supervivencia que impulsa al organismo a alimentarse cuando este así lo requiere, mientras que el apetito es la sensación de comer influenciada, muchas veces, por aspectos psicológicos de la persona, como el deseo de comer por placer, tristeza o aburrimiento. A ello se suma el contexto externo que también puede incentivar la ingesta de alimentos aunque no se tenga hambre.
Según la Fundación Española de la Nutrición, el “apetito” implica la necesidad de alimentarse para proporcionar placer al estómago. En algunas ocasiones esta sensación es insaciable, terminamos de comer y “no nos llenamos”, porque el cerebro pide un poco más. En este sentido, los alimentos altos azucarados o altos en grasas y calorías son los primeros que llaman la atención de nuestros cerebros.
Ante ello, profesionales nutricionistas recomiendan a las personas comer despacio, dándole al cerebro el tiempo necesario para recibir señales de saciedad; comer sentados y conscientes, colocando plato, mantel y cubiertos; intentar comer en horarios fijos, para distribuir la comida de la mejor manera posible; servir en platos pequeños y poca cantidad y escuchar las señales de saciedad.
De este modo, podemos dar cuenta de la importancia de la educación alimentaria. A raíz de esto, en Siglo 21 la nueva Licenciatura en Nutrición concibe a la salud desde una perspectiva integral como un estado de completo bienestar, donde el foco está puesto en el paciente pero también en lo que el mundo demanda, con la convicción de crear sociedades cada vez más sanas.





